San José, 08 jul (elmundo.cr) – El diputado del Frente Amplio, Antonio Ortega, lamentó que “San José efectivamente se volvió la Ciudad Gótica, la gente camina con miedo y la vida gira en torno a esconderse, negocios cerrados y un olor a corrupción que supera el olor a las cloacas, que también se respira lamentablemente en nuestra ciudad”.
Frente a esto el legislador recordó que “todas las personas jóvenes tenemos derecho al disfrute de la noche, a la libertad, a la recreación y al ocio, no como actividades vacías, sino como una garante para el enriquecimiento cultural, para la producción, para el tema económico”.
Según el frenteamplista “hay una terrible intención de querer asociar la diversión nocturna, con la violencia y con los homicidios, esto sin duda alguna ya está desfasado, diferentes ciudades y capitales alrededor del mundo que son reconocidas por su vida nocturna, por su turismo y por su disfrute son altamente seguras”.
“Por ejemplo; Berlín, Ámsterdam, Tokio”, aseveró.
No obstante, para el diputado “nuestra ciudad, nuestra triste ciudad que cada vez se parece más a la ciudad Gótica de Batman, tiene al día uno de junio de este año, 324 asaltos y robo 245 hurtos y 6 homicidios y obviamente no estamos hablando de que es un municipio eficiente ni mucho menos”.
Para Ortega “es necesario una gobernanza de la noche, es necesario una gobernanza de la vida nocturna, la solución no está en escondernos, la solución no está en llenar de policías, creo que las personas jóvenes y todas las personas tenemos derecho a apropiarnos de los espacios”.
“Iluminación, patrimonio vivo, vida nocturna no criminalizada, espacios abiertos, vida nocturna en barrios y en zonas rurales, carnes asadas como las que hacen en las comunidades y vida nocturna en las costas, además también de una política de drogas que no piensen decomisar galletas o puro de marihuanas o quitar cervezas y creer que así se está luchando contra la situación de las drogas y mucho menos pensar que así se está destruyendo la desigualdad social”, manifestó.
“El derecho a la noche y a la libertad son intrínsecos en una democracia”, concluyó.