Rodrigo Arias: El pueblo ya ha pronunciado un duro fallo en las urnas, negando a su partido la participación en esta Asamblea Legislativa

San José, 2 may (elmundo.cr) – De esta manera reaccionó el presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias, ante el último informe de labores del presidente de la República, Carlos Alvarado.

Arias señaló que “le hemos escuchado en su última rendición de cuentas a esta Asamblea Legislativa. Dar un juicio definitivo de su paso por la presidencia de la República corresponderá a la distancia emotiva que la historia impone para dar sus veredictos”.

“En tanto ese dictamen llegue, el pueblo ya ha pronunciado un duro fallo en las urnas, negando a su partido la participación en esta Asamblea Legislativa”, agregó.

Para Arias “el soberano juzgó así, con severidad, acciones de su gobierno que atentaron, en su momento, contra el ámbito de la privacidad ciudadana. Bajo errados pretextos tecnicistas de asegurar eficiencia a las políticas públicas, las acciones de la UPAD fueron inaceptables intervenciones que invadieron la intimidad de los hogares. Con toda justicia, la opinión pública así lo censuró”.

“Es imperdonable y teniendo los recursos, no escuchar en su rendición de cuentas razones válidas para haber dejado sin conexión digital a más de medio millón de niños, niñas y adolescentes en plena pandemia cuando además sufrían suspensión de enseñanza presencial. Fueron deficientes las medidas para superar la brecha de conectividad y el apagón educativo que condena al aislamiento a la población más necesitada. Eso agrava las condiciones de movilidad social de las familias más pobres y en los lugares más alejados, donde saldar la deuda de desarrollo es más apremiante”, añadió.

Arias reconoció los logros de la Administración Alvarado Quesada ante la aprobación de “reformas controversiales pero necesarias: La ley de fortalecimiento de las finanzas públicas, con la inclusión de una regla fiscal y, en ese mismo orden, la ley de empleo público. Ambas iniciativas forman parte de los elementos que hicieron posible un acuerdo con el FMI, sin despidos ni reducción de salarios, sin privatizaciones y sin aumento del IVA”.

“Igualmente, se logró la reforma del reglamento de la Asamblea Legislativa. Eso fue un acto de desprendimiento sobre todo de las fracciones minoritarias que lo permitieron”, sostuvo.

Arias indicó que “nosotros, y creo que también la historia, debemos ser generosos y ecuánimes en agradecer a su administración, sr. presidente, el manejo sanitario de la Pandemia. A pesar de todas las carencias administrativas, financieras, institucionales y de infraestructura, Costa Rica fue ejemplo de firmeza cuando fue necesaria”.

“Se brindó solidaridad social cuando fue exigida por la parálisis económica y se minimizaron las pérdidas humanas gracias a preclaras decisiones de vacunación, sin las cuales los impactos sanitarios pudieron haber sido más devastadores”, indicó.

Arias enfatizó que “en un momento supremo de la consciencia climática colectiva universal, su administración estuvo a la altura de las tradiciones ecológicas y de defensa ambiental iniciadas hace ya más de 30 años por administraciones precedentes. Esa continuidad democrática, con la que usted supo vincular su administración, puso muy en alto el prestigio de Costa Rica y por ello el país está agradecido”.

“También su gestión significó un fuerte impulso a obras de infraestructura iniciadas en gobiernos anteriores y que su administración tuvo el acierto de proseguir y, en algunos casos, de culminar”, manifestó.

Según el presidente legislativo “todo eso fue posible porque hubo diálogo, se buscaron consensos y se alcanzaron acuerdos en condiciones difíciles. Eso marcó un estilo de gobernanza que se debe profundizar en la misma esencia de lo que los y las costarricenses esperan, desean y necesitan: una profunda reforma del Estado”.

“Estamos en el atardecer de una administración y en el alba de un nuevo mandato. Con la misma sinceridad y firmeza con la que le hemos señalado falencias, queremos también despedirlo con respeto y reconocimiento. Gobernó con vientos en contra y en aguas encrespadas. Muchas decisiones amargas hicieron incluso más difícil la conducción de la nave”, comentó.

Arias aclaró que “precisamente porque vivimos en tiempos de escasez material nos corresponde compensar nuestras carencias con caudales escondidos en el alma nacional. No está en el subsuelo el tesoro que nos ha hecho especiales, sino en la formidable capacidad costarricense de forjar grandes entendimientos cuando nos apremian las crisis.

“Extenderemos los límites de nuestras posibilidades. Ampliaremos nuestros propósitos hasta los extremos de lo factible. Sólo así, si somos capaces de ese esfuerzo colectivo, descubriremos el consenso que la patria nos exige para impulsar cambios razonables, socialmente apropiados, financieramente sostenibles y sobre todo urgentes para el futuro del país”, concluyó.

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