San José, 1 nov (elmundo.cr) – El jefe de fracción de Nueva República, Fabricio Alvarado, aseguró que el proyecto del Frente Amplio es para perseguir a los costarricenses por razones morales y religiosas.
Se trata del expediente 20.970, denominado “Adición de los artículos 35, 68 bis, 384 bis y de un inciso e) al artículo 260 de la Ley General de Salud, N° 5395 de 30 de octubre de 1973 y sus reformas” que fue presentado por el exdiputado José María Villalta.
Esta iniciativa lo que busca es prohibir las llamadas “terapias” de conversión, como la publicidad o propaganda de las mismas, incluyendo no solo penas económicas sino también incluso la suspensión del ejercicio de la profesión para la persona física que realice tales actividades y la cancelación de la licencia o permiso de funcionamiento al establecimiento.
Según Alvarado este proyecto “establece, entre otras cosas, que una persona sí puede convertirse del heterosexualismo al homosexualismo, pero no, jamás, del homosexualismo regresar al heterosexualismo. Lo cierto es que, bueno, a mi criterio, yo no entiendo todavía cómo ese
“Lo cierto es que este proyecto del Frente Amplio es más para perseguir a los costarricenses por sus convicciones morales y religiosas, lo hemos sostenido”, agregan.
Alvarado insistió en que “para nosotros este proyecto no es más que un intento solapado de legalizar la persecución religiosa en Costa Rica. En Nueva República hemos dicho que nos oponemos y que haremos todo lo posible porque ese proyecto no se apruebe”.
“Si una persona desea abandonar el homosexualismo por diferentes razones, tiene la posibilidad actualmente de buscar ayuda ya sea psicológica, consejería o en grupos de apoyo espiritual o en iglesias. Con este proyecto se pretende impedir que se brinde este tipo de ayudas a las que han denominado terapias de conversión, de manera que se está impidiendo legalmente que una persona decida cambiar su preferencia sexual y buscar apoyo para ello”, criticó.
El diputado indicó que “cuando vemos lo que ocurre en países como España, donde se aprobó un proyecto similar a este, donde organizaciones activistas LGTB se infiltran en las misas, se infiltran en los cultos para denunciar cualquier referencia que se haga sobre la posibilidad de que una persona homosexual pueda dejar de serlo”.
“Incluso llegan a exigirle a sacerdotes y pastores que entreguen, previo a realizar su sermón, su homilía, su prédica, que entreguen los bosquejos de esos sermones para revisarlos y así asegurarse que no se haga ninguna referencia a ese tema”, agregó.
Según el diputado “los progres que quieren imponer lo que se predica, aún lo que se predica dentro de las iglesias y lo que no se predica.
Esto es persecución religiosa en todo el sentido de la palabra. Esto sí es coacción”.
“Un proyecto como estos lo que hace es abrir portillos para cacerías de brujas, para acusaciones falsas contra consejeros, psicólogos, líderes religiosos, por el único hecho de dar una consejería, orar por alguien o querer hablar del tema en una congregación”, sostuvo.
Alvarado recalcó que “está claro que la persecución religiosa es la verdadera intención detrás de este proyecto, y esto se ha hecho evidente cuando escuchamos los discursos de los diputados proponentes que constantemente atacan creencias y actividades religiosas”.
“Comparten testimonios que no se puede confirmar su veracidad, en los que es notable el odio hacia quienes profesamos alguna creencia religiosa. En esos testimonios narran supuestas experiencias de tortura, coacción, pero no hay denuncias. Eso es lo curioso sobre los hechos que mencionan”, manifestó.
El legislador comentó que “no es novedad que estos grupos progres pretendan atacar los principios y valores y la libertad religiosa, y de hecho debo decir que no es la única forma en que lo hacen, pues hay otros proyectos también en los que los herederos del PAC lo están intentando”.
“Este proyecto es nefasto, que este proyecto es malintencionado y que además es absolutamente innecesario. Es un proyecto que debió ser rechazado desde el principio”, concluyó.
