San José, 23 may (elmundo.cr) – El 5G representa un salto tecnológico tan importante que impulsará la cuarta revolución industrial. La transformación de casi todas las industrias será inminente y según pronósticos, acelerará la economía digital global.
Pero para que todo esto ocurra, y podamos liberar el potencial de la tecnología aplicada a nuestras industrias, los países necesitan disponer de todo el espectro radioeléctrico posible.
Desde hace varios meses, en Costa Rica, vemos a los principales actores de la industria de tecnologías de información y comunicaciones, es una lucha candente por recursos de espectro para el 5G, esto obedece a la competencia de nuestro mercado y a la necesidad de combinar distintas bandas de frecuencias para poder brindar mayor capacidad y satisfacer las demandas de los usuarios que claman por la transformación digital e industrial.
Además, se podría decir que otra razón por lo que esta pelea por espectro ocurre de manera constante, es la mala administración de este recurso limitado por parte de las instituciones responsable, a pesar de que estamos próximos a cumplir 16 años desde que el país tomó la decisión de abrir el sector de las telecomunicaciones.
Hoy, vemos como los operadores están en lucha obtener recursos de espectro en las bandas de frecuencias en 2600MHz y 3500MHz, situación que genera un evidente retraso en el progreso tecnológico del país y nuestra competitividad en relación a otros países de la región. Según un reporte de Statista Research Department, para agosto del 2022 ya se contabilizaban 26 despliegues comerciales de la tecnología 5G en Latinoamérica y el Caribe, en más de 13 países.
Pero, todo parece indicar que no hay intención de cambiar esta mala gestión de espectro y estamos ad portas de cometer nuevamente un error en la administración de este recurso tan valioso para el país, el espectro radioeléctrico.
En 2021, Costa Rica decidió autorizar toda la banda de 6GHz (5925-7125MHz) para el uso no licenciado (Wi-Fi, en servicio bajo techo). Una decisión apresurada e innecesaria debido a que la resolución formal para el uso de esta banda se tomará en el Congreso Mundial de la Radio 2023, organizado por la UIT (La Unión Internacional de Telecomunicaciones, encargado de regular las telecomunicaciones a nivel mundial), que se celebrará en noviembre de 2023.
Entre las bandas medias (1GHz-6GHz) definidas por GSMA (una organización de operadores móviles y compañías relacionadas), la banda 6 GHz es una pieza clave para cubrir la gran demanda de recursos radioeléctricos en el futuro. Especialmente en países donde el espectro de banda media y el acceso a banda ancha son limitados, como es el caso de nuestro país.
Con 1200 MHz disponible, la banda de 6GHz es el único recurso de banda media disponible para el desarrollo de la industria móvil en los próximos diez años. Sin embargo, debido a la apresurada decisión del MICITT, la SUTEL ha estado apoyando la idea de asignar todo este espectro para tecnologías de uso libre, como el Wi-Fi.
La lucha actual por más espectro en Costa Rica, donde SUTEL demanda de ICE la devolución del espectro para poder avanzar en 5G, mantener esta decisión de ceder tantos recursos fundamentales para la evolución de tecnología móvil parece cuestionable, cortoplacista y poco estratégica.
Es importante recordar que, al asignar este espectro a banda de uso libre y no licenciado, el país dejaría de percibir cientos a miles de millones de dólares por concepto de las subastas que podrían realizar de estas bandas. Dinero que podría alimentar recursos frescos al Fondo Nacional de Telecomunicaciones (FONATEL) para la lucha en la reducción de la brecha digital.
Si bien algunos países tomaron la misma decisión de Costa Rica, otros en la región tienen otras opciones más pensadas. México resolvió limitar el uso no licenciado de la banda de 6 GHz al segmento inferior (5925-6425 MHz), reservando la decisión sobre los 700 MHz restantes a la evolución de la tecnología y las necesidades del mercado. Unos meses antes, la SUBTEL de Chile decidió dar marcha atrás con una decisión inicial de destinar 1200 MHz para uso no licenciado, limitando el uso no licenciado al segmento inferior.
Con el Wi-Fi el Estado no podría percibir ingresos por el uso del espectro, además, expertos indican que no es necesario 1200MHz para su implementación y por sus características propias, es una tecnología que habilita una movilidad limitada, distinto a los sistemas de telecomunicaciones móviles internacionales, como los son 4G y 5G. Por el contrario, dividir la banda 6 GHz en mitad y mitad para ambas tecnologías de Wi-Fi y 5G podría ser una opción equilibrada y más beneficiosa para toda la industria.
Cuando tomamos una decisión que podría afectar el desarrollo de la industria móvil de un país en los próximos diez años, debemos ser cautelosos. ¿Por qué no esperamos a que la UIT tome la decisión final para asegurar que Costa Rica use la opción más económica y con mayor probabilidad de ser compatible con las cadenas industriales globales? Es hora de tomar decisiones, pensando más obtener beneficios a largo plazo y de manera integral.