San José, 2 jul (elmundo.cr) – El jefe de fracción del Liberal Progresista, Eliécer Feinzaig, señaló que su partido “moverá cielo y tierra” para impedir el avance del proyecto para bajar el porcentaje para elegir presidente.
Al respecto, el diputado liberacionista Gilberth Jiménez presentó un proyecto que busca reducir de 40% a 20% el porcentaje de votos válidos requeridos para ganar la Presidencia de la República.
La iniciativa que se encuentra bajo el expediente 23.260 «Reforma del párrafo primero constitucional del Artículo 138 para variar el porcentaje que define el candidato ganador en la papeleta presidencial», contó con el apoyo de diputados de Liberación Nacional, Unidad Social Cristiana y Nueva República.
Feinzaig indicó que “tengo por regla no firmar documentos que no he leído. Así lo hacía cuando era un ciudadano privado, y así lo he mantenido siendo diputado, lo que me ha provocado el disgusto de algunos compañeros, porque es una práctica muy común en la Asamblea Legislativa la de pedir firmas para mociones y proyectos por solidaridad”.
“Cuando el diputado Gilberth Jiménez me pidió que le firmara el proyecto para reducir el porcentaje necesario para ganar las elecciones en primera ronda del 40% al 20%, no tuve necesidad de leerlo. Inmediatamente le dije que me parecía una pésima idea y que no la iba a firmar ni apoyar”, aseguró.
Feinzaig explicó que “motivos sobran: un presidente que llega con el 20% de los votos válidos emitidos (que con un abstencionismo del 30% se traduce en un 14% del padrón electoral), carece de cualquier viso de legitimidad. Esto alejaría aun a más votantes de las urnas (mayor abstencionismo), al hacer que el voto tenga aún menos valor ante las maquinarias electorales más consolidadas”.
“Pero más grave aún, una reforma de esta naturaleza abriría las puertas de par en par a la perpetuación en el poder de una persona o partido. No hay que ir muy lejos: Nicaragua redujo el porcentaje necesario para triunfar del 45% a un mísero 35% (y aún así mayor que en la propuesta presentada en nuestro país). Eso permitió el regreso de Daniel Ortega al poder en 2007, y desde entonces el pueblo nicaragüense no se pudo deshacer de él”, aseguró.
El legislador manifestó que “no en vano otras personas han descrito el proyecto firmado por diputados del PLN, PUSC y Nueva República como un despropósito y una colección de ocurrencias”.
“Confío en que la mayoría de los diputados actuales, de los seis partidos políticos representados en la Asamblea, no aprobará este expediente”, comentó el diputado.
“Los costarricenses pueden confiar en que la bancada del Partido Liberal Progresista moverá cielo y tierra para impedir su avance en la Asamblea Legislativa”, concluyó.