El Comité de Licencias de la Federación Costarricense de Fútbol notificó este miércoles 24 de abril a la Asociación Deportiva Santos de Guápiles sobre el resultado de la investigación que se le abrió el pasado 4 de marzo, relacionada con su estructura administrativa. El club tiene tres días hábiles para presentar su descargo.
Ronny Cortés, presidente del club, conversó con ElMundo.CR para referirse al caso, aclarar su rol y explicar los pasos que ha seguido para intentar salvar la institución. Estas son sus respuestas:
— ¿Cómo se involucró con la Asociación Deportiva Santos de Guápiles?
Me llamaron varios dirigentes. Uno de ellos me dijo que si no llegaba, iban a tener que ponerle candado al club. Me contactaron con Víctor Cordero y me dijo que el equipo estaba quebrado, sin plata para pagar aguinaldos ni planilla. Nadie quería saber nada del club. Entonces mandé $113.000 para que se pusieran al día con los aguinaldos.
— ¿Sabía usted en ese momento sobre la gente que estaba involucrada en el manejo del club?
No del todo. Estaba Tony Coreas, Luis Diego Jiménez, Norman Reyes, Ronald Freer… Yo a muchos no los conocía. Después empecé a darme cuenta de cosas. Me di cuenta tarde de que había algo parecido a una mafia del fútbol que quería controlar el club. Me ofrecieron primero ser patrocinador y luego invertir en el club. Sin embargo, yo dije que si llegaba, era bajo los estatutos de la asociación. Nombrado presidente en una asamblea de socios.
— ¿Se arrepiente de haberse vinculado al proyecto? Yo siento que a usted, sin experiencia en el fútbol, lo llevaron a un proyecto donde algunos sabían que las cosas se tenían que hacer bajo la legalidad de Licencias y usted pecó de no conocer los reglamentos…
No llegué a hacer daño, llegué a ayudar. Caí en la trampa, eso es cierto, pero mi intención siempre fue colaborar. Yo tengo mi empresa en Sámara, diciembre es mi temporada alta y aún así saqué tiempo. Ahí (en Santos) no hay un cinco que ganar, solo si se vende un jugador. Todo es para mantener el club a flote. Yo no pretendo ganar dinero en el club, pero sí al menos que el equipo se pueda mantener con los ingresos de patrocinadores.
— ¿En la trampa? Vamos a ver si nos entendemos. Me da la impresión de que usted fue contactado por personas que estuvieron vinculados con Guanacasteca y, por alguna razón, tuvieron que salir de ahí. Lo enrolan en ir a Santos para montar Santos del Caribe S.A. que usted preside y eso no se notificó a Licencias.
Esto es así.
— ¿Qué opina sobre la existencia de Santos del Caribe S.A.? Que la conforman Luis Diego Jiménez (quien era encargado de mercadeo), Norman Reyes (parte financiera) y usted como presidente. Ronald Freer, era el gerente general.
Esa sociedad la formaron otros. Me metieron ahí pero nunca firmé nada. Luis Diego Jiménez y compañía querían tener parte del club. Yo siempre lo rechacé. Si usted ve los audios que hay, queda claro que querían ocultar todo. Yo decidí que si iba a estar, sería bajo la transparencia que da ser electo por la asamblea.
— ¿Es cierto que hubo dineros que no aparecen tras un adelanto de la televisora?
Sí, eso pasó. Pero para no perder el patrocinio, yo asumí el pago de ese mes, porque ya nos habían adelantado un dinero. Y después, cuando todo esto pase, tomaré acciones legales contra quienes fueron responsables. Había cosas raras, no me dejaban hablar con el personal. Era como una mafia.
— ¿Se pueden conocer los nombres de quiénes eran los responsables de ese dinero?
No voy a decir nombres hasta entablar el tema legal. Pero usted sí sabe a quienes son.
— ¿Cómo toma la notificación del Comité de Licencias?
Es un tema enredado, no aclara nada específico. Nos dieron tres días para responder. Están nuestros abogados trabajando en eso. Yo fui claro: si voy a estar, es como presidente electo por la asamblea, no como parte de ninguna sociedad paralela. Las que intentaron entrar a administrar el club, yo las despedí. No firmé nada con ellos.
— ¿Qué le dice a la afición guapileña que está preocupada por el futuro del equipo? Y a Licencias…
El club no tiene la culpa. Si me tienen que sancionar a mí, que lo hagan, pero Santos debe seguir. Hay 380 niños, 80 personas trabajando ahí. El pueblo necesita a su equipo. El error es de los dirigentes, no de la institución.
— ¿Cómo planea enfrentar este proceso ante la Fedefútbol?
Con la verdad. Yo no tengo nada que ocultar. Si me tienen que sacar del fútbol, que lo hagan. Yo tengo mi trabajo, no vivo de esto. Pero sí vivo para ayudar. Me duele el club y no lo pienso dejar botado. Vamos a pelear con licencias, pero con respeto y transparencia.