San José, 16 dic (elmundo.cr) – El líder del Partido Acción Ciudadana (PAC), Ottón Solís, calificó al presidente de la República, Rodrigo Chaves, como vocero del enojo.
En un artículo publicado en el medio La Nación, Solís señala que “los seguidores de Chaves no lo son porque logre reducir el precio de los medicamentos o del arroz o eliminar las filas de los hospitales o mejorar la seguridad ciudadana”.
“Este tipo de políticos son populares porque son voceros de los enojos que una buena parte de la población tiene contra todo lo que perciben como causante de su situación”, sostuvo.
Según Solís “dado que esa mayoría no tiene un micrófono o una cámara de TV para expresar su rencor contra los supuestos (o reales) culpables, se desahoga con el agresivo vocabulario de los Trump y los Chaves dirigidos a las élites de las instituciones, la prensa, los negocios y del resto de la política (el establishment)”.
Para el líder del PAC la principal función de Chaves para sus seguidores es “madrear” al establishment.
“El político populista no recurre a la mentira y la grosería como una herramienta para defender un programa; la grosería es el programa”, aseguró.
Solís recalcó que “la insolencia y la vulgaridad —ya de por sí prácticas incorrectas— dejan de ser medios para convertirse en componentes intrínsecos a la política cuando el objetivo de esta es la popularidad”.
“El político populista no puede abandonar su soez lenguaje y su agresividad, pues dejaría de ser la vocería del enojo, medio fundamental para aglutinar a buena parte de sus seguidores (no a todos, por supuesto)”, sostuvo.
Solís explicó que Chaves es parte del establishment económico, vive en una mansión de lujo y gobierna para beneficiar a los ricos.
Para el líder del PAC utilizar el enojo como una herramienta para decidir el voto es un mal consejero. “Si un sector de la población lo escucha es porque no ha sido educado sobre las serias responsabilidades que toda persona tiene en un régimen democrático”, agregó.
“Una victoria electoral o buenas encuestas no reivindican como verdad las mentiras ni como éticos los actos de corrupción”, indicó Solís.
“Los políticos populistas deberían tener cuidado al concluir que la verdad está de su lado por el solo hecho de que las mayorías los apoyan. Y los ciudadanos deberían percatarse de que la solución a sus problemas no está en elegir personas que los ayuden a desahogar sus enojos, sino en políticos serios, estudiosos y respetuosos de la verdad”, concluyó.