CRÓNICA
Por José Quirós Gallegos
Bajo la consigna “Ya no más RECOPE”, poco a poco las inmediaciones de la Estatua León Cortés se revestían con colores, blanco, azul y rojo, incluso, un grupo de ciudadanos posaba en el monumento, ondeando la bandera tricolor.
Los minutos transcurrían, el sol poco a poco tostaba las mejillas de los presentes, quienes recurrían a sombrillas, gorros, sombreros, entre otros objetos, para proteger sus rostros.
Conforme la temperatura aumentaba, también calentaba el entorno; ya no eran “cuatro gatos”, sino miles de costarricenses, que se prestaban a circular por las vías principales de la Capital.
Grupos de familias, caninos, pancartas, un líder-aunque así no se considera- llamado Mauricio Sánchez, quien dirigía de principio a fin, a la orquesta que lo acompañaría durante toda la función.
9:30 de la mañana, los oficiales de tránsito preparaban el camino, mientras que un colectivo de motorizados aguardaba al resto.
Era la hora. “¡Vamos!, solamente utilizaremos dos carriles y dejaremos libres los otros dos, para las ambulancias y demás conductores, nosotros no vamos a bloquear el paso”, expresó Sánchez.
El ruido de las motos se mezclaba con música patriótica que provenía de una camioneta, mientras que los organizadores utilizaban el altavoz para motivar con mensajes a los caminantes.
Algunos portaban la camisa del Movimiento Libertario, pese a que, con antelación, supuestamente se había solicitado no involucrar signos de partidos políticos.
A los lejos tomaba fuerza el grito “no más chorizo”, y el tema medular que motivó a la convocatoria, se entretejía con otros malestares hacia los sindicatos, salarios públicos, instituciones, convenciones colectivas y el Gobierno de turno.
“RECOPE tiene años de no refinar” “Estamos cansados”, “que no nos vengan a amenazar”, replicaban una y otra vez los participantes, y en medio de aquella multitud, los niños con su inocencia que los caracteriza, ganaban protagonismo.
Una pequeña acaparó la atención del lente de la cámara, al posar junto a su perro, de igual forma sucedió con un menor que portaba un cartel grande, en el que estaba escrito “No más RECOPE”.
Al ser aproximadamente las 11 de la mañana, los manifestantes se detuvieron en el Parque Central para entonar el Himno Nacional. Los rostros evidenciaban cansancio producto del sol, Incluso en algunos recorrían gotas de sudor. Sin embargo, aquello no era impedimento para continuar con la protesta.
Finalmente, la Plaza de la Democracia contuvo las piernas exhaustas de aquellos ciudadanos que hoy escribieron una página más en la Historia de Costa Rica, pero la meta aún está lejos, y así lo reconocen los organizadores, quienes prevén nuevas manifestaciones, en un futuro cercano.
Como dijo uno de los manifestantes, “a RECOPE y a los sindicatos les salió chúcaro el gato, y el gato se transformó en león”. Colorín colorado, ni con RECOPE, ni las manifestaciones, este cuento se ha acabado”.
