Managua/La Haya, 16 abr (dpa) – El representante de Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Carlos Argüello, rechazó hoy las acusaciones de Costa Rica de haber invadido una zona en la frontera común y sostuvo que no dejará de realizar trabajos en áreas que están bajo su jurisdicción territorial.
Argüello intervino este jueves en La Haya durante el tercer día de una audiencia pública convocada para abordar una demanda costarricense presentada en 2010 ante el máximo tribunal de la ONU.
El gobierno de San José asegura que personal nicaragüense invadió el sector de Isla Portillos o Isla Calero, que Nicaragua denomina Harbour Head, y causó severos daños ambientales en la zona.
Según Argüello, los trabajos fueron realizados en territorio nicaragüense para limpiar áreas vecinas al río San Juan, por lo que los argumentos de Costa Rica, según dijo, carecen de validez.
Sin embargo, reconoció que el territorio en disputa, una pequeña zona pantanosa e inhóspita, no está “claramente delimitado” en los mapas oficiales, lo cual permite distintas interpretaciones.
El agente de Nicaragua también negó que este país haya causado daños al ecosistema en la zona fronteriza, como alegan las autoridades costarricenses.
El jurista nicaragüense Mauricio Herdocia dijo en Managua que en la sesión de este jueves los jueces formularon “preguntas importantes” a los representantes de Nicaragua, que defendieron su posición argumentando pactos internacionales como el tratado Jerez-Cañas de 1858 y el laudo Cleveland de 1888, entre otros.
La víspera, Costa Rica había acusado a Managua de haber violado sus derechos a la libre navegación en el río San Juan, que pertenece a Nicaragua y donde el vecino país puede transitar con objetos de comercio, según tratados aceptados por ambas naciones.
El representante costarricense en La Haya, Edgard Ugalde, presentó los reclamos de su país en las sesiones del martes y el miércoles.
La próxima semana, la audiencia oral de la CIJ abordará una demanda presentada por Nicaragua, que acusa a Costa Rica de causar graves daños ambientales en la cuenca del San Juan, al construir una ruta paralela a la vía acuática.
El conflicto que estalló en octubre del 2010, mantiene las relaciones entre ambos países en un bajo perfil.