Negligencias como las de Laura Chinchilla con los escáneres llevan a situaciones como las de Ecuador, señala Chaves

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San José, 10 ene (elmundo.cr) – “La situación de Ecuador es el retrato claro de lo que ocurre cuando un Estado no hace lo que esta administración ha estado haciendo y que francamente las administraciones anteriores vieron o con negligencia o complicidad”, aseguró el presidente de la República, Rodrigo Chaves.

Chaves comentó que “le voy a dar dos puntos muy específicos. El puerto de Guayaquil y el puerto de APM en Limón son los principales centros de exportación. El puerto de Guayaquil llegó a contaminarse tanto con el narcotráfico que las fuerzas militares y policiales de Ecuador dejaron de entrar por muchísimo tiempo”.

“¿Qué hace el Gobierno de la República actual? Poner escáneres, decirle al concesionario, ya usted no tiene la responsabilidad de seguridad, se me quita y darle a ese esfuerzo de recuperar la soberanía sobre nuestro puerto, hubo una cantidad de recursos policiales y tecnológicos que a alto costo pero con gran rendimiento pusimos ahí”, agregó.

El mandatario insistió que “este presidente conoce el mundo, habla con gente y se da cuenta que la negligencia de Laura Chinchilla, por ejemplo, de quitarse la responsabilidad de poner escáneres y de todos los que siguieron, llevó a situaciones como la que estamos viendo en Ecuador”.

“En el 98, el gobierno de José María Figueres Olsen, se empezó un proceso gradual de suavizamiento para respetar los derechos humanos de las personas criminales, (…) aquí en Costa Rica la cárcel se convirtió un lugar para gente pobre nada más y los narcotraficantes no son pobres”, criticó.

Chaves recalcó que “aquí lo que están fallando son las leyes y hasta cierto punto las actitudes y las ideologías de ciertos jueces, en qué pobrecitos, no, pobrecitos nada. Son criminales curtidos”.

“Y si no los enfrentamos ahora, vamos a tener que ir a guerra sin tener ejército, como lo están haciendo en Ecuador y en otros países. Entonces, por eso a veces a mí me acusan de ser muy vehemente, para ser diplomático. No, es que la situación requiere claridad mental de diagnóstico y de comunicación. Y yo hoy siento que el pueblo de Costa Rica, lo veo en las redes, sabe qué es lo que hay que hacer y quién lo tiene que hacer para arreglar esta guerra de bandas”, concluyó.