Heredia, 09 mar (elmundo.cr) – Una masiva tala de árboles que se está realizando en las montañas de Heredia, cercano a una zona protegida considerada como de recarga acuífera, pone en peligro las nacientes de agua que abastecen a dos millones de personas en el Gran Área Metropolitana (GAM).
Así lo denunciaron los vecinos del residencial del Monte y el Comité Bandera Azul Ecológica de San Rafael de Heredia, quienes afirman que los problemas de tala indiscriminada son constantes, y basta con acudir a la zona, para observar camiones salir todos los días con madera de zonas que incluso son consideradas por la ley 65 del 30 de julio de 1888 como zonas inalienables; aunque algunos propietarios amparados en un tecnicismo legal, han logrado excluirse de dicha ley.
Según los testigos, la mayoría de los árboles que están siendo talados son cipreses, especie que la Ley Forestal permite su corta sin necesidad de permisos pese a que la zona se considera protegida, por lo que no se permite la tala.
“Al efectuarse los procesos de corta, otras especies que sí están protegidas por ley y que están cerca de estos árboles, también mueren. Incluso, ya se ha notado por los mismos vecinos una disminución en la llegada de varias especies de aves como jilgueros, quetzales, además de pumas, perezosos y dantas, entre otros, que era común ver en los alrededores”, afirmó en un comunicado de prensa FU-PROVIRENA, una organización ecologista.
“Yo tengo 15 años de vivir en el residencial y suelo caminar por la microcuenca de Río Segundo y desde hace varios años el río se viene reduciendo en su caudal. El año pasado se secó en verano, y solo volvió a tener agua con las primeras lluvias”, dijo Gail Fernández, vecina de la zona.
Los daños colaterales por la tala de árboles en las montañas de San Rafael de Heredia también afectan a los vecinos del lugar, quienes han notado en los últimos meses y años una aceleración significativa en la velocidad de lso vientos, las cuales han causado afectaciones en los tejados y el servicio eléctrico.
Asimismo se reportan deslizamientos, reducción en las especies de animales, escasez de agua en las nacientes e inclusive sequía, nunca antes reportada en esa zona.
La Comisión Nacional de Emergencias ha declarado como de emergencia los problemas de la zona y el SENARA ha hecho varias alertas de los problemas que existirán en los mantos acuíferos de la localidad si la tala continúa.
Los vecinos acudieron tanto a la Municipalidad de San Rafael como al MINAE para denunciar la situación, pero la respuesta de las autoridades es que no pueden hacer nada porque se trata de árboles que no están protegidos por la ley forestal.
Varios funcionarios que laboran como inspectores ad honorem en la FU-PROVIRENA y que constantemente realizan incursiones de control a la zona, confirmaron que la situación se presenta en otras partes de la montaña, que también pertenecen o colindan a zonas protegidas.