San José, 10 feb (elmundo.cr) – El abogado constitucionalista Fernando Zamora alertó sobre las problemáticas que enfrentará el país ante la negativa de los jóvenes a tener hijos.
Zamora señaló que “los ciudadanos en capacidad reproductiva están tomando la decisión de procrear a niveles tan bajos que no es posible mantener la tasa de reposición poblacional, o sea los costarricenses dejamos de reproducirnos”.
“Las solicitudes de cirugía para esterilizar la reproducción en jóvenes menores de 30 años se ve cada vez más, según las nuevas estadísticas, a esto se suma que nuestra tasa de fecundidad es alarmantemente baja”, agregó.
El abogado explicó que “para mantener la cantidad de población en un país cada mujer debe tener 2.2 hijos, sin embargo, en nuestro país para los años 2016, 2017, excluyendo a las mujeres extranjeras, el indicador era de una tasa de reproducción del 1.1 por cada mujer, estadísticamente somos la nación con la reproducción más baja de Latinoamérica y de las más deficitarias del mundo”.
“Desde el punto de vista económico es una pésima noticia para la juventud costarricense, porque una economía al menos rentable requiere una dinámica poblacional sostenible de crecimiento tal y como lo conforman distintos economistas, entre ellos Jeffrey Sachs, quien describe lo que denomina la trampa demográfica, que se resume en la importancia de que la población crezca sin perder niveles de equilibrio”, aseguró.
Para Zamora “uno de los prejuicios más serios lo arrastrara a mediano plazo nuestro régimen de seguridad social, pues el sistema general de salud y pensiones requieren crecimiento de la población, pues el sistema en especial el de pensiones, se sostiene por medio de un sistema piramidal ordinario, en donde su cúpula logra mantenerse en razón de una base más amplia”.
“Una incorporación creciente de recurso humano es lo que logra financiar ese sistema, dando sustento, permitiendo el retiro de la población mayor, que concluye su cotización para disfrutar de ella; por el contrario si cada vez entran menos cotizantes al sistema la pirámide se invierte y el esquema quiebra, bajo tales circunstancias el panorama que se le presenta a las nuevas generaciones es que en su vejez o en una eventual invalidez, la seguridad social no este en capacidad de velar por ellos, terrible”, manifestó.
Según el abogado “eso solo es un ejemplo de lo que se le viene a la juventud, pero existe aún otro problema que es más serio, que es de naturaleza cultural, porque las sociedades nacionales que no se reproducen pierden su identidad, que es lo que delimita nuestra cultura, ese vacío tiende a ser cubierto con identidades importadas y aquella comunidad gradualmente va dejando de ser una patria para convertirse en una conglomerado de habitantes con intereses y valores totalmente disímiles”.
“La ideología de quienes creen en la despoblación humana de que esto es para el planeta indispensable porque es imposible mantenerse sosteniendo el crecimiento poblacional, sin embargo, esa hipótesis ya se había promovido en el siglo XIX por Thomas Malthus, y ha sido totalmente desechada por la experiencia histórica”, aseveró Zamora.
“Se hace indispensable volver a reformar el valor de la paternidad y la procreación”, concluyó.