Joven tortuga verde en Costa Rica dio la primer evidencia de conectividad de hábitats

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Trayectoria que siguió “Gina” desde la Isla del Coco hasta el Golfo Dulce. (Imagen PRETOMA)

San José, 22 mar (elmundo.cr) –  Una joven tortuga marina verde que fue marcada en el Parque Nacional Isla del Coco viajó más de 500 kilómetros durante 21 días para buscar refugio en el Golfo Dulce de nuestro país, lo que es la primer evidencia de una posible conectividad biológica entre dos ecosistemas marinos.

Así lo reveló el Programa Restauración de Tortugas Marinas (PRETOMA), con ayuda de las organizaciones Misión Tiburón y la estadounidense Turtle Island Restoration Network (TIRN).

La tortuga en cuestión fue capturada el pasado 15 de marzo del 2011 por investigadores de PRETOMA y el TIRN, quienes la llamaron “Gina”. La misma fue capturada nuevamente el 28 de mayo del año anterior y en esa ocasión se le colocó un transmisor acústico.

La última localización conocida de “Gina” fue en Bahía Wafer, Isla del Coco el pasado 1 de febrero; 21 días después se le localizó en la boca del Río Plataneres, en Golfo Dulce a más de 500 kilómetros de distancia.

Si bien varias tortugas han sido equipadas con marcas satelitales, Gina es la primera de ellas que ha sido detectada en otro sitio de alimentación y según sus datos de trayectoria, existiría una conexión entre hábitats oceánicos costeros.

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Esta es “Gina”, la tortuga marina verde que permitió ese importante descubrimiento. (Foto PRETOMA)

“Tortugas verde juveniles como Gina necesitan residir en sitios seguros que proveen una suficiente oferta de alimento para poder crecer y alcanzar la madurez sexual. A diferencia de la Isla del Coco, el Golfo Dulce tiene importantes parches de zacate marino que probablemente forman la base de la dieta de estas tortugas”, explicó PRETOMA en un comunicado. 

“Según los análisis genéticos, Gina originalmente proviene del Pacífico Occidental, y llevaba varios años residiendo en la Isla del Coco”, explicó Maike Heidemeyer de esa organización. “Por eso las rutas migratorias de animales marinos como Gina no solamente conectan los hábitats marinos alimenticios de Costa Rica, sino que también proveen evidencia de que existe una conectividad transpacífica”.

 “Muchas especies altamente migratorias tienen en común que trascurren parte de sus ciclos de vida en estos hábitats costeros críticos, donde están sujetos a amenazas antropogénicas como la pesca, la contaminación y la destrucción de habitats”, comentó con preocupación Ilena Zanela de Misión Tiburón.

“Esta información, generada gracias a un esfuerzo interinstitucional, es valiosa para el establecimiento de políticas de conservación marina efectivas en el marco del Corredor Marino del Pacífico Este Tropical”, agregó.

“Nuestra misión es utilizar esta información científica para comprender las rutas migratorias de las tortugas y abogar por la protección de estos corredores y asegurar que estas especies amenazadas no caerán víctimas de prácticas pesqueras industriales, como el palangre” dijo Todd Stiener, ecólogo y directo ejecutivo de TIRN. “Nos emociona saber que Gina logró realizar su migración de manera segura.”

La tortuga verde, conocida por su nombre científico como Chelonia mydas es una especie en peligro de extinción. Su captura y comercialización de productos está completamente prohibida por la legislación nacional.

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