San José, 27 mar (elmundo.cr) – El Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU) hace pasar un verdadero calvario a las personas que abonan cuotas a su contrato de ahorro o de operación de crédito.
Así quedó demostrado en los hallazgos de un informe de auditoría efectuado por el Área de Fiscalización de Servicios Ambientales y de Energía de la Contraloría General de la República (CGR).
De acuerdo con el informe, el INVU tiene problemas a la hora de identificar al cliente responsable de haber hecho un depósito o transferencia electrónica a su favor. Sin embargo, los problemas no son recientes: datan desde 1996 y desde esa fecha, existen recursos que aún no se sabe quién los entregó.
Datos de la entidad dados a la Contraloría señalan que a noviembre de 2015, el monto de los recursos en su poder pero sin identificar el depositante alcanzaron los ¢308,25 millones de colones. A esa cifra se suman parte los depósitos y transferencias electrónicas de los meses de junio a setiembre de 2016, por un monto ¢543,09 millones de colones.
De este modo, el INVU desconoce quién le entregó un total de ¢851,35 millones de colones desde 1996.
Otra de las deficiencias encontradas por la Contraloría es que el INVU tiene problemas a la hora de reconocer a sus clientes las cuotas que pagan mediante las deducciones de planilla hechas por sus patronos.
El informe señala que a octubre del año 2016, el INVU mantenía un atraso de hasta 32 meses en el reconocimiento de esas cuotas, específicamente para clientes que trabajan para 29 patronos.
“La situación descrita ocasiona molestia a los clientes del INVU, porque el sistema los reporta con cuotas atrasadas y deben presentar los comprobantes de depósitos o transferencias bancarias a la Unidad de Cobros para demostrar que están al día en sus cuotas”, cuestionó la Auditoría.
Lo anterior significa que aunque las personas paguen a tiempo sus cuotas mediante rebajos automáticos, las deficiencias en el INVU los obligan a tener que apersonarse a la entidad para acreditar que pagaron la mensualidad.
INFORMACIÓN IMPRECISA SOBRE MOROSIDAD DE CLIENTES. El informe de la Contraloría señaló además que el INVU tenía imprecisiones en su saldo de cuentas por cobrar adeudado al 31 de agosto de 2016.
Esto por cuanto la entidad tiene incluidas en ese rubro deudas que habían sido condonadas mediante diversas leyes aprobadas en el Congreso, por un monto superior a los ¢1900 millones de colones.
Las deficiencias en la institución le ocasionan otra situación de riesgo: no poder recuperar los recursos otorgados.
El informe señala que con base en la información disponible, el INVU elaboró un análisis de antigüedad de saldos a agosto de 2016 para las carteras del INVU Central y del Sistema de Ahorro y Préstamo, el cual muestra un monto de ¢4900 millones de colones con atraso en el pago mayor a 180 días. Este monto representa el 7% de la cartera de deudores morosos y se clasifica como de “dudosa recuperación”.
Finalmente, la Contraloría señaló que el INVU carece de políticas y procedimientos para la administración del riesgo de la cartera de deudores morosos y del método para el análisis de antigüedad de saldos de cuentas por cobrar y la estimación de incobrables, que estén formalmente aprobados y divulgados en la institución. Ello, limita ejercer prácticas uniformes y sistemáticas para el análisis del riesgo asociado a los rangos de morosidad de los deudores.