Victoria Arronis y Jorge Morales, investigadores del INTA y encargados del proyecto, las seis fincas, entre las que hay pequeñas y medianas unidades, fueron seleccionadas según representatividad agroecológica y trabajan en mejorar la productibilidad y rentabilidad simultáneamente.
“La idea es que mediante experiencias vividas por otros productores los demás ganaderos puedan aprender haciendo y observando”, comentó Arronis.
El proyecto piloto desarrollado en estas seis fincas costarricenses se enmarca dentro de la “Plataforma Regional para la Innovación en Ganadería Sostenible”, en la que participan simultáneamente otros países como Colombia y República Dominicana, con el objetivo de mejorar la productividad y rentabilidad del sector ganadero latinoamericano bajo principios de sostenibilidad ambiental social y económica.
La plataforma es financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo, a través del Programa de Cooperación Técnica No RG-T2231, por un monto de un $1 millón del Fondo para la Seguridad Alimentaria (FOD). Por parte de Costa Rica, el INTA aporta $630.000 dólares en especie.
Dicho proyecto se inició en el 2013 y se prolongará por 36 meses.
El proyecto cuenta además con el apoyo del MAG, CORFOGA y el Servicio de Salud Animal (SENASA), entre otros.