El paso devastador de la tormenta tropical Nate por suelo costarricense, dejó un saldo de 38.504 hogares sin fluido eléctrico, lo que puso a correr a las cuadrillas del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), que hasta ayer en horas de la noche habían reparado 19.500 averías.
Las cuadrillas de la institución trabajan para reparar 18.934 averías, pese al difícil acceso que presentan algunas zonas afectadas.
La entidad movilizó más de 2300 técnicos para restablecer servicios de telecomunicaciones y electricidad, sobre todo en 130 localidades ubicadas en las regiones Chorotega, Central, Pacífico Central y Brunca.
Además, la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) desplazó a 116 funcionarios para restablecer el servicio de electricidad en 171 sectores del Valle Central. La interrupción de este servicio es el principal factor que afecta las redes de telecomunicaciones.
Las plantas hidroeléctricas Cachí (del ICE) y Brasil, El Encanto, Cote, Electriona y Ventanas de la CNFL, se mantienen fuera de operación ante incremento sostenido de los caudales de los ríos y de la sedimentación.
El ICE informó que el resto de las plantas de generación eléctrica de su peculio están funcionando normalmente y no se reporta hasta el momento ningún daño a la infraestructura corporativa.
En el caso de Miravalles, las plantas geotérmicas funcionan al 100% de su capacidad para equilibrar el sistema. Mientras que los vertederos de las plantas Cachí, Reventazón, Peñas Blancas, Pirrís y Angostura operan para regular el nivel de los embalses. El caudal vertido es siempre inferior a lo aportado por el caudal de los ríos que abastecen estas plantas.
Aunado a ello, la institución desmintió que el mecanismo de regular el nivel de embalse, haya incidido en las inundaciones. En cambio, se aplicó para amortiguar el efecto en las poblaciones y garantizar la infraestructura.