San José, 8 abr (elmundo.cr) – El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) estudia los efectos que tienen las erupciones volcánicas en el sistema eléctrico nacional, con el propósito de tomar medidas y planear acciones en caso de eventuales sucesos volcánicos que afecten el país.
Dicho estudio es realizado por el Área de Amenazas y Auscultación Sismológica y Volcánica (AAASV) del Centro de Servicio Exploración Subterránea del ICE, que consiste en revisar todos los reportes de caída de ceniza volcánica y lluvia ácida en Costa Rica, desde la época de la colonia y hasta la actualidad, con el fin de determinar las áreas de amenaza.
A la fecha, el ICE ha levantado más de 2229 kilómetros de líneas de alta tensión, 5090 torres de transmisión y 60 subestaciones eléctricas que abastecen de corriente a todo el país y que algunas de ellas por su cercanía con volcanes activos, estarían en potencial riesgo de quedar fuera de servicio.
Tras recolectar y analizar todos los datos a lo largo de 443 años, se creó el Sistema de Información Geográfica (SIG) con el que se crean mapas indicando las áreas de caída de cenizas, lluvia ácida, flujos piroclásticos y lahares.
“La información estará disponible en línea. Mediante aplicaciones, los encargadas de mantenimiento y operación del SEN podrán acceder a ella en cualquier momento”, explicó Alberto Vargas, geógrafo del AAASV.
A hoy, el ICE ha creado 10 mapas de riesgo volcánico en la red eléctrica nacional, para los volcanes Turrialba y Rincón de la Vieja. Esto permitió identificar los posibles problemas que tendrían los transformadores, aisladores y subestaciones por la caída de ceniza luego de una erupción.
Guillermo Alvarado, coordinador del AAASV, explicó que “la ceniza es abrasiva, y transporta sustancias que pueden generar cortos circuitos. La lluvia ácida perjudicaría las estructuras de metal y los componentes de hierro en un radio de 5 kilómetros del cráter. Si la ceniza acumulada llega a un espesor mayor de 2 milímetros y se mezcla con agua, afectaría los aisladores del cableado”.
Por su parte, Manuel Balmaceda, director del Negocio Transmisión del ICE, indicó que “este estudio es un importante aporte para el Negocio, ya que nos permite realizar medidas preventivas en el sistema”.
Actualmente, se realiza un estudio similar en los volcanes Miravalles, Tenorio, Arenal, Poás, Hule, Barva, Irazú y Barú, este último localizado en Panamá y que podría afectar las líneas de transmisión en el sur del país.