San José, 20 ago (elmundo.cr) – El Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) alerta a la población sobre el uso de cigarrillos electrónicos.
Según el IAFA los comercializadores de estos productos han hecho creer que son productos que ayudan a dejar de fumar, sin embargo, son un dispositivo más para suministrar nicotina.
Es importante mencionar que incluso la Organización Mundial de la Salud no ha avalado estos productos como una terapia alternativa para abandonar la dependencia a la nicotina ya que no existen datos serios e independientes de la industria del tabaco que demuestren científicamente que pueden ayudar a abandonar el consumo; al contrario, existe evidencia de que quienes fuman cigarrillos electrónicos, terminan haciendo un consumo doble de éstos y de cigarrillos tradicionales.
En Costa Rica, la Encuesta Mundial sobre Consumo de Tabaco en Adultos (GATS) aplicada en el año 2015 por el Ministerio de Salud, evidenció que un 1.6% de los consumidores de productos de tabaco, consumía estos novedosos productos, sin embargo, 4 años después podemos inferir a nivel perceptivo, que los niveles de consumo de éstos, han aumentado en forma importante, en especial en población adolescente y joven.
Teresita Arrieta, trabajadora social de IAFA señaló que “si bien es cierto, los Sistemas Electrónico de Administración de Nicotina (SEAN) son productos con menor cantidad de compuestos químicos, tampoco hay estudios que demuestren que son inocuos a la salud ya que se ha comprobado que tienen una cantidad importante de metales pesados como el niquel, estaño, plomo, compuestos orgánicos volátiles y otras sustancias como propileglicol, glicerina vegetal y saborizantes artificiales, que producen daño a la salud, en especial en cavidad bucal y en pulmones, sin embargo, todos estos productos son generadores de una gran cantidad de enfermedades cardiovasculares, pulmonares y cancerígenas; además, del riesgo de explosión como se ha reportado en todo el mundo, cada vez con mayor frecuencia”.
Actualmente existe poca información acerca de los efectos a largo plazo para la salud por el uso de cigarrillos electrónicos; esto a pesar de tener más de diez años de estar disponibles en el mercado y ser utilizados por millones de personas.
Es preocupante que a la fecha existan tantas dudas acerca del impacto de los cigarrillos electrónicos sobre la salud pública como, por ejemplo, las consecuencias de los efectos a largo plazo sobre la morbilidad y mortalidad aún no están claros.
No obstante, como institución, cuyo deber es velar por la salud pública de los habitantes, creemos necesario advertir a la población general sobre los potenciales efectos de estos productos, pero en especial, a los padres de familia para que se involucren en forma responsable en las actividades que realizan sus hijos y los orienten hacia prácticas de vida que no pongan en riesgo su salud y su seguridad.