Grupos ecologistas exigen voto de censura y destitución del ministro de Ambiente

San José, 21 oct (elmundo.cr) – El movimiento de organizaciones ecologistas exigen la salida inmediata del ministro de Ambiente, Franz Tattenbach, ante su gestión deficiente y su complicidad y participación en el debilitamiento de las políticas ambientales en Costa Rica.

El colectivo Bloque Verde acusó al ministro de permitir un “ecocidio” en el país, y le exigen al presidente de la República, Rodrigo Chaves, dejar de ser cómplice y removerlo del cargo.

También le solicitan a la Asamblea Legislativa un voto de censura contra el ministro Tattenbach.

“Ante el ecocidio que enfrenta el Patrimonio Natural del país, se convoca a la población a comerse la bronca sumándose a la campaña de recolección de firmas en físico, exigiendo que se restituya la protección ambiental y se retomen los compromisos que garantizan el bienestar y la sostenibilidad ecológica del país”, indican.

Según los ecologistas bajo la dirección de Tattenbach el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) ha sido objeto de ataques internos sin precedentes, incluyendo una centralización de decisiones en la figura del jerarca, la falta de nombramientos clave en áreas técnicas, y la reducción del presupuesto a los órganos encargados de la protección ambiental.

“Estas acciones han agravado las problemáticas ecológicas del país, tales como la contaminación de las fuentes de agua, el uso excesivo de plaguicidas, la expansión de monocultivos, el deterioro de la matriz energética, y el sacrificio de ecosistemas irremplazables ante los intereses del modelo de desarrollo inmobiliario y turístico voraz e insostenible”, aseguran.

Según estos grupos, “casos de corrupción dentro de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) y el favorecimiento de intereses privados en el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) demuestran una clara pérdida de liderazgo y ética en la gestión ambiental”.

De igual forma critican que el jerarca ha mostrado “su desprecio” por tratados internacionales que consideran claves como el Acuerdo de Escazú, y ha impulsado “actividades destructivas” como la pesca de arrastre y la extracción de oro en áreas protegidas.

Para los ecologistas Tattenbach ha fallado en su deber constitucional de garantizar un ambiente sano y ecológicamente equilibrado para las futuras generaciones de Costa Rica.

Por lo que lo acusan de falta de acción efectiva y complicidad en “proyectos destructivos”, lo que manifiestan “han generado una crisis ambiental imposible de ignorar”.

“Queda claro que la postura del Gobierno en temas ambientales ha sido vergonzosa a nivel internacional, y despoja a Costa Rica de su histórico liderazgo en asuntos climáticos y oceánicos”, concluyen.

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