San José, 12 ene (elmundo.cr) – El excandidato presidencial, exembajador de Costa Rica en Venezuela e historiador, Vladimir de la Cruz, aseguró que el Gobierno de Rodrigo Chaves llegó un acuerdo con los jefes de las pandillas narcos para establecer regiones en el país.
En declaraciones para el problema Hablando Claro de Radio Columbia, de la Cruz señaló que “la información que yo poseo es que se llegó a un acuerdo entre el Gobierno y pandillas en Costa Rica, que a partir de marzo van a dejar de haber asesinatos como los del año pasado, porque ya se hizo una distribución del territorio nacional en control de esas pandillas”.
“Eso estaba ya señalado, no solo desde las denuncias de México, sino de lo que circula internamente aquí en el país, de que ya hay un acuerdo donde ha participado el Gobierno con los jefes pandilleros, me imagino yo, no se pueden poner de acuerdo de otra manera, para establecer regiones donde cada quien tendrá su región y no se metan en las otras para evitar esa guerra, que produce el sicariato con los muertos y con los colaterales, con los que mueren accidentalmente por la lucha en la eliminación de narcotraficantes”, sostuvo.
De la Cruz insistió en que “el problema de la seguridad del Poder Ejecutivo no es de nadie más. No es de la Corte ni es de la Asamblea Legislativa. Ellos tienen sus otras funciones, pero el Poder Ejecutivo es el que tiene que establecer el control de seguridad”.
“Esto se alimenta entonces con ese estado de terror que se quiere imponer, de miedo a la población, para poder avanzar a medidas maduras desde el punto de vista político y de restricción de derechos ciudadanos, e incluso la alimentación de la idea de una mega cárcel como ya se habla aquí, que se está estimulando esa imagen de crearla, como ya se está creando en Sudamérica y ahora en El Salvador, obviamente, aquí ya se está tomando esa bandera por parte hasta de algunos diputados”, criticó.
Según el historiador lo que se busca con esto es imponer “una forma de Estado autoritario”, “y ese Estado autoritario tiene ese marco y referencia importante ahorita de preparación psicológica de la gente mediante esa inseguridad ciudadana que se alimenta desde esta perspectiva, para poder tratar de impulsar un estado de excepción de fuerza, de restricción de derechos y libertades, y de imponerse por ese camino”.