Generan más de 3.000 de actividades laborales en centros penales

» Mediante alianzas públicas y con el sector privado, el Ministerio de Justicia y Paz avanza en 16 proyectos ocupacionales que emplean a más de 500 personas privadas de libertad.

San José, 21 set (elmundo.cr) – El impulso de nuevas oportunidades laborales por medio de las alianzas público–privadas y público-público ha logrado atraer 16 proyectos laborales a centros penitenciarios, abriendo más de 500 alternativas de ocupación para personas privadas de libertad.

En el marco del «Construyendo Oportunidades», se ejecutan proyectos como jardinería, textiles, empaque de bolsas, confección de bisutería fina, elaboración de artículos de oficina y reciclaje.

Estas iniciativas son respaldadas por empresas como Polymer, FIFCO, AMPO, Costa Rica Fashion Week, Servicios Ecológicos, así como instituciones como el Registro Nacional y la Caja Costarricense de Seguro Social.

Están por entrar en acción otros nueve proyectos, con más de 300 ocupaciones, de elaboración de productos de concreto, de muebles, manejo residuos sólidos y producción agrícola.

Estos programas laborales funcionan en los centros penitenciarios CAI Vilma Curling, CAI Jorge Arturo Montero Castro y el CAI Ofelia Vincenzi.  Asimismo, están por abrirse oportunidades en los CAI Nelson Mandela (San Carlos), Antonio Bastida de Paz (Pérez Zeledón), CAI Liberia, Semi Institucional Liberia y Semi Institucional San Luis.

La ministra de Justicia y Paz, Fiorella Salazar Rojas, comentó que «el trabajo es la herramienta por excelencia para que una persona se reconozca a sí misma como un integrante digno y productivo en la sociedad, que la hace sentirse capaz de lograr metas y eso es justamente lo que se busca con la población privada de libertad: que se sienta en capacidad de trascender sus errores e ir por más cosas buenas para su vida».

Otros 2.531 privados de libertad laboran en ocupaciones que la Dirección General de Adaptación Social tiene disponibles en centros penitenciarios y para personas adscritas al régimen semi institucional.

Estas posibilidades son utilizadas, por ejemplo, para el mantenimiento de los ámbitos penitenciarios y proyectos agrícolas e industriales por el que perciben un incentivo económico de entre ¢15.000 y ¢45.000 mensuales, según el tipo de ocupación y los conocimientos para el desempeño de la actividad.

Impulso a emprendimientos

Adicionalmente, se promueve el emprendimiento de artesanías y de arte, actividad que se fortalece mediante la articulación de esfuerzos con el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) y el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA).

Las personas privadas de libertad pueden participar en el programa «Oportunidades para la gestión artesanal», una iniciativa que ha logrado la creación de perfiles artesanales, la optimización y la calidad de los productos y estrategias de mercadeo mediante catálogos virtuales, participación en ferias y articulación con cámaras de comercios, empresas privadas y gobiernos locales.

Gracias a ese esfuerzo, ya cuentan con su propia marca registrada: «Segundo chance», un sello que reconoce a los productos elaborados por la población penitenciaria y que constituye el inicio de una certificación de marca costarricense.

«Nuestra búsqueda de nuevas alianzas público-público y público-privadas es constante porque representan un «ganar-ganar» para todos los que nos involucramos en ellas, principalmente la población privada de libertad, que ve en el tiempo en prisión una oportunidad para desarrollar nuevas habilidades y experiencia laboral que le servirán para cuando vuelvan a la vida en libertad», destacó la jerarca.

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