San José, 23 jul (elmundo.cr) – El politólogo Claudio Alpízar, asegura que el presidente de la República, Carlos Alvarado, mintió en su discurso sobre tomar medidas en el presupuesto extraordinario, y que la fracción del Partido Liberación Nacional (PLN) apoyó esa mentira.
Alpízar asegura que es falso lo que Alvarado expuso en su discurso de hace dos domingos, en el que le dice a los costarricenses que tomará medidas en el presupuesto extraordinario, pero que su propuesta no va a tocar aquello que afecte a los más desfavorecidos, a los más pobres.
Según explica el politólogo, las razones por las que asegura que el presidente mintió, y además que el PLN apoyó esta mentira, se fundamentan en tres razones:
1.En presupuesto extraordinario el gobierno castiga el acceso a vivienda digna para los más humildes al eliminar la partida del Banvhi (25 mil millones) para la construcción de 5500 viviendas, prácticamente un cierre técnico de los proyectos de vivienda.
Alpízar señala a forma de cuestionamiento, que dicho programa fue creado en 1986 por el PLN, pero su fracción legislativa en Comisión de Hacendarios le da el aval en forma unánime a la propuesta del Poder Ejecutivo sin ningún cuestionamiento.
2.Alpízar sostiene que los diputados de PLN también están de acuerdo en la propuesta del Ejecutivo que promueve el recorte de los recursos a las Asociaciones de Desarrollo Comunal (5.764 millones). A pesar de que estas Asociaciones, hacen un trabajo ejemplar en comunidades humildes y necesitadas, que hoy en pandemia más que nunca requieren recursos.
Aunado a esto, Alpízar recriminó que el PLN también olvida sus raíces y luchas históricas para que Dinadeco se constituyera en 1967.
3.Según expone Alpízar, en el pasado las fracciones de diputados del PLN respetaban a su Directorio y a los lineamientos socialdemócratas del partido, sin embargo, asegura que hoy los diputados de esta fracción están más atentos a los lineamientos de los editoriales de La Nación para tomar sus decisiones, que a las cartas ideológicas y fundamentales del partido.
Finalmente, ante estos tres fundamentos que plantea Alpízar, lanza un cuestionamiento a los partidarios: “¿Cambian las instituciones o cambian las personas”.
