Durante las últimas semanas, el proyecto para la creación de la Agencia Costarricense de Fomento Productivo (FOMPRODUCE), ha provocado un debate nacional. Lamentablemente, dicho proceso de debate no ha estado exento de falsas interpretaciones que es necesario desmentir.
FOMPRODUCE se trata básicamente de una nueva arquitectura institucional que propicia una utilización efectiva de los recursos para vigorizar el desarrollo empresarial.
Esta nueva agencia absorbe los recursos de departamentos, fondos y programas dirigidos a PYMES, para ejercer un uso focalizado y eficiente. Su meta es finalmente, reactivar el motor de la economía interna por medio de una ventanilla única de servicios.
Se puede señalar que FOMPRODUCE es un paso adelante hacia una reforma del Estado urgente y necesaria para eliminar la duplicidad de funciones entre diferentes entes, gastos innecesarios o mal dirigidos.
El objetivo final de FOMPRODUCE es brindar un servicio de calidad para que las PYMES aumenten su eficiencia.
A pesar de todas las ventajas relativas a la creación de la Agencia, se ha dicho, de manera incorrecta, que la iniciativa debilitará al INA. Dicho argumento es falso. El 15% de los recursos que hoy están asignados al INA, que provienen de Banca para el Desarrollo, no se pueden utilizar para fines operativos de la institución, como el pago de planilla o la compra de bienes duraderos.
FOMPRODUCE, entonces, no afectará la operación del INA. No habrá despidos ni privatización de la institución. Los recursos que se trasladan están reservados para servicios de desarrollo empresarial y se utilizarían para ese mismo destino, con la ventaja de que la nueva agencia podrá operar de manera más ágil y brindando un acompañamiento más ajustado a la realidad de las PYMES.
FOMPRODUCE formará parte de un engranaje institucional integral. Descartar la iniciativa equivaldría a perder una excelente oportunidad para aportar al crecimiento económico, la generación de empleo e impulsar acciones para facilitar nuevos negocios.
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