San José, 4 jul (elmundo.cr) – El expresidente de la República, José María Figueres explicó sus razones para no firmar la carta de los expresidentes al pueblo de Costa Rica.
La misiva fue firmada por los expresidentes Oscar Arias Sánchez, Rafael Ángel Calderón Fournier, Laura Chinchilla Miranda, Abel Pacheco de la Espriella, Miguel Ángel Rodríguez Echeverria y Luis Guillermo Solís Rivera.
Figueres señaló que “no lo firmé porque también comprendo y me identifico con el malestar nacional”.
“Con el alto desempleo y el estancamiento económico actual, la falta de seguridad personal y los bloqueos que nos paralizan, el costo de la vida y ahora nuevos impuestos – realidades que en su conjunto aumentarán la pobreza, en otro país habrían linchado a la clase política”, agregó.
El expresidente comentó que “muchos de esos problemas nacionales nacieron o se acrecentaron en los últimos cuatro gobiernos de tres partidos diferentes. No reconocer eso en el documento, es pedir comprensión sin pedir perdón”.
Figueres dijo que a este gobierno “le “ayudan” desde las filas del PLUSC, trincheras en que ni terminan de ser gobierno ni terminan de ser oposición, pero se parecen al gobierno en la falta de visión y de iniciativas para sacar al país adelante. De seguir así, este gobierno va camino de ser el quinto en línea con lo que acumularemos veinte años de políticas deficientes que no pueden producir más que el estancamiento en el que vivimos”.
El exmandatario aseguró que cree en el diálogo, pero para que sea posible se debe primero escuchar.
Explicó que para poder negociar hay que ponerse en la posición del otro. “Hoy estamos en una situación en la que los grupos no se escuchan, menos se colocan en la posición del otro para sentir por donde les aprieta el zapato, y mucho menos se tiene un plan”, añadió.
Además, criticó la falta de un programa de competitividad nacional y de reactivación económica que estimule la creación del empleo que necesita el país.
“Por todo esto es que preferí no firmar el documento. Las palabras se las lleva el viento. Yo prefiero menos palabras y más acciones”, concluyó.