San José, 7 nov (elmundo.cr) – El Ministerio de Agricultura y Ganadería de Costa Rica (MAG) junto al Servicio Fitosanitario del Estado y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) han unido esfuerzos para capacitar al personal técnico costarricense, con el objetivo de mejorar el sistema de registro de plaguicidas en Costa Rica para proteger los cultivos, la salud de las comunidades y la biodiversidad.
Con ese fin, se realiza en San José un taller, del 4 al 8 de noviembre, en el que participa personal experto y personal técnico especializado de diversas instituciones costarricenses, para compartir conocimientos y experiencias exitosas sobre la regulación de plaguicidas y la implementación del Convenio de Rotterdam en el país.
De parte de FAO, participan Baogen Gu, jefe del departamento de manejo de plagas y plaguicidas de la FAO.; Ye Guibiao, del departamento de Manejo Integrado de Plagas y Plaguicidas de la Organización, y Mario Yarto, Oficial de Agricultura de la Secretaría del Convenio de Rotterdam-FAO. También participan Carles Escriva, especialista en Asuntos Regulatorios del Instituto Federal de Seguridad y Salud en el Trabajo de Alemania, y Carmen López Goti, experta evaluadora de equivalencias de sustancias técnicas, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España; así como funcionarios de las autoridades nacionales relacionadas con el registro de plaguicidas de Chile, México, Paraguay y Panamá.
Según mencionó el ministro Víctor Carvajal Porras, este taller no solo es un compromiso con el registro de nuevas moléculas sino también con el uso correcto de plaguicidas. “Durante una visita a Roma el año anterior, junto con los expertos de FAO en registro de plaguicidas, se coincidió en la oportunidad de desarrollar un taller regional donde se pudiera abarcar, al más alto nivel de conocimiento, la temática del registro de agroquímicos. En Costa Rica estamos liderando importantes esfuerzos para registrar nuevas moléculas de agroquímicos, reconociendo su papel en la agricultura moderna”, declaró el jerarca.
Actualmente, Costa Rica ha demostrado un compromiso firme con la sostenibilidad y la protección de la biodiversidad. El registro de nuevas moléculas contribuye a una producción agrícola que minimiza el impacto ambiental y protege la salud humana.
“El avance en el desarrollo de estas nuevas moléculas responde, además, a la necesidad de adaptarnos al cambio climático. Los patrones climáticos cambiantes traen consigo nuevos desafíos para la agricultura, y las nuevas moléculas permiten una respuesta más rápida y eficaz ante las plagas y enfermedades emergentes”, comentó Andrea Padilla, representante asistente de programas de la FAO en Costa Rica.
Las personas participantes compartirán sobre experiencias de cada país en el diseño de políticas y marcos legales para la regulación y gestión de plaguicidas, la utilización del kit de herramientas de la FAO con metodologías de valoración de riesgos y mecanismos de intercambio de datos.
“La FAO apoyará a Costa Rica fortaleciendo capacidades nacionales para el manejo de plaguicidas con un enfoque de ciclo de vida, con el objetivo de proteger la salud vegetal, del ser humano y del medio ambiente y promoviendo una transformación hacia el desarrollo sostenible”, enfatizó Baogen Gu.
Finalmente, la capacitación promueve mecanismos para evaluar los expedientes de plaguicidas y conocer más a fondo las implicaciones del Convenio, particularmente la aplicación de los artículos 11 y 12 del mismo, sobre obligaciones relativas a la exportación de productos químicos y las notificaciones de exportación, respectivamente. Este intercambio de conocimientos fortalece las capacidades colectivas para avanzar hacia una agricultura más segura y sostenible, que no solo proteja los cultivos, sino también la salud de las comunidades y la riqueza del entorno natural.
El Convenio de Rotterdam es un tratado internacional, especializado en el ámbito de gestión de productos químicos y plaguicidas, que facilita los procesos nacionales de decisión e información sobre la importación y exportación de sustancias químicas que pueden afectar la salud humana y del medio ambiente. Fue aprobado en 2009 por la Asamblea Legislativa de Costa Rica.
“Mediante el apoyo de la Secretaría del Convenio de Rotterdam de la FAO, se brinda apoyo y asistencia técnica a los países en la caracterización de las actividades, roles, oportunidades y responsabilidades que desempeñan las entidades públicas y privadas para implementar adecuadamente el Convenio”, señaló Mario Yarto.