San Pedro, 12 ago (elmundo.cr) – El Consejo Universitario de la Universidad de Costa Rica (UCR) llegó hoy a la conclusión de que no tiene los mecanismos necesarios establecidos en la normativa interna, para sancionar al Rector de la universidad, Henning Jensen por haber faltado al deber de probidad.
Esto luego de que Jensen aprobara el presupuesto para la plaza que ocupa su hija en el Centro Infantil Laboratorio (CIL).
Precisamente, la Contraloría de la Universidad de Costa Rica señaló recientemente que Jensen no debió haber aprobado dicho presupuesto, pues beneficiaba a un familiar directo. Sin embargo en el informe no se catalogó esto como un “tráfico de influencias”.
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Hoy, tras varias horas de reunirse y deliberar, el Consejo Universitario concluyó que “no existe procedimiento ni instancia definida en la normativa universitaria, en virtud de la cual instruir un proceso o calificar de manera alguna la actuación del rector, en este caso específico como una falta que dé lugar al inicio de un proceso disciplinario, lo cual imposibilita dar una respuesta a la recomendación número cuatro del informe”.
La única recomendación que hizo el Consejo fue instruir al rector y a todas las personas que ocupan plazas de dirección, abstenerse en adelante, de firmar, autorizar o ratificar asuntos en que puedan verse beneficiados de manera directa, parientes hasta el tercer grado de consanguinidad”.
