Heredia, 28 abr (elmundo.cr) – El manigordo que fue trasladado al Hospital de Especies Menores y Silvestres de la Universidad Nacional de Costa Rica, luego de que fuera atropellado en la Ruta 32 San José-Limón, falleció esta tarde.
Así lo comunicó la oficina de prensa de la UNA mediante un escueto correo enviado hace pocos minutos.
El manigordo (también llamado ocelote) fue impactado por un vehículo a la altura de la Escuela de Agricultura de la Región Tropical Húmeda (EARTH), hace dos días, según el reporte del Cuerpo de Bomberos y 911, quienes dieron aviso a los guardaparques.
José Joaquín Vargas, coordinador de Vida Silvestre del área de Conservación Tortuguero, confirmó que el animal fue ubicado en el cantón de Guácimo, dos kilómetros antes de la entrada a la Universidad Earth, luego de que un particular reportara al 911 la presencia del animal en la vía, con sangrado y dificultades para caminar.
Al momento del abordaje, los personeros de área de Conservación Tortuguero evidenciaron que se trataba de un manigordo de tamaño considerable, el cual presentaba una serie de lesiones en sus extremidades y un constante sangrado por el hocico, por lo que se trasladó de inmediato al Hems-UNA.
Los primeros reportes del hospital veterinario indicaban que el animal ingresó en condición grave, dado un fuerte golpe craneoencefálico que presentaba, compromiso mandibular muy serio y lesiones en sus extremidades, por lo que su pronóstico era reservado.
Un día después, Mauricio Jiménez, director del Hospital de Especies Menores y Silvestres de la Universidad Nacional (Hems-UNA), informó que los últimos análisis realizados al manigordo evidenciaron un deterioro considerable en su salud, por lo que el pronóstico era extremadamente reservado y delicado.
Jiménez dijo que los exámenes de sangre realizados en el Laboratorio de Análisis Clínico de la Escuela de Medicina Veterinaria de la UNA, revelaron que el felino presentaba un severo cuadro de anemia y una baja significativa en sus plaquetas sanguíneas, por lo que estaba muy débil.
El veterinario enfatizó en que no se descartaría que antes del accidente el animal ya padecía alguna enfermedad que causara la anormalidad en sus enzimas sanguíneas.
