San José, 21 jun (elmundo.cr) – Un grupo de empleados del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) manifestaron su disconformidad por la presión que se les ha hecho desde la institución para que asistan a la marcha del orgullo LGTBI.
La marcha se realizará el domingo a las 12 medio día desde el Paseo Colón hasta la Plaza de la Democracia.
Según indicaron les han llegado correos oficiales, desde hace más de dos meses, donde se lee: “Aviso Oficial: 23 de junio, Vamos a la Marcha, porque todas las personas tenemos los mismos derechos”.
Una de las trabajadoras comentó que ella pertenece a la Comisión de Igualdad de Género que se hizo en todas las instituciones públicas por orden de Casa Presidencial.
Además, explicó que en un principio quiso ser parte de esa Comisión porque pensaban que iban a tratar temas de igualdad entre hombres y mujeres.
Esta trabajadora del MOPT, que no quiso revelar su nombre, asegura que luego desde la institución empezaron “majadereando con que hay que ir a la marcha, eso y que hicieron camisetas, que nos van a dar una camiseta, yo le dije lo siento yo no me la pongo”.
“Entonces después ella en una reunión me tiró a mí, éramos como 16 los que estábamos y se me quedo viendo y dijo ‘sin volver a ver a nadie me dijeron que los que no apoyan estas actividades van a tener que salir de la Comisión de Igualdad de género’, entonces yo le hablé a ella por aparte y le dije cuando yo entré yo le dije a usted que yo no iba con nada de esas cosas, usted me dijo que no había problema que eso era muy por encima y resulta que ahora con cuchara me lo quieren meter a la fuerza”, agregó.
La trabajadora comentó que “antes de la marcha gay inventaron que iban a filmar un anuncio para promover esta marcha y que teníamos que firmar ese anuncio con camisetas, con globos y perros y llevar amigos y familiares y yo no fui”.
También indicó que tomaron la decisión de poner la bandera de la diversidad en los escritorios de todos los trabajadores y que los obligaron a participar en una actividad en las oficinas centrales donde se izó la bandera.
“Todos teníamos que poner 2 mil colones porque se iban a mandar a comprar unas de esas banderas del arcoíris, donde yo vi que estaban pidiendo la plata obviamente yo no la di, cuando yo vi ya habían comprado las banderas y había que ir a recogerlas para ponerlas en los escritorios, yo hablé con el director de mi región y le dije yo no voy a recoger esas banderas y no me representa y no me van a hacer poner esa bandera en mi escritorio”, concluyó.
