San José, 21 jun (elmundo.cr) – Cientos de personas y organizaciones presentaron una solicitud de ampliación de Estudio de impacto patrimonial sobre “Los Asentamientos Cacicales Precolombinos con esferas de piedra del Diquís, Costa Rica”, que UNESCO pidió al país para evaluar el posibles impactos sobre los sitios arqueológicos por parte del Proyecto Hidroeléctrico Diquís y del proyecto del Aeropuerto Internacional de Costa Rica en Osa.
Mediante una carta respalda por más de 100 personas y organizaciones de presentada la semana pasada a Montserrat Martell representación para Costa Rica del Centro del Patrimonio Mundial UNESCO solicitan que “en el marco de la Estudio de Impacto Patrimonial que está realizando UNESCO se incluya el proyecto de la empresa PINDECO para el establecimiento de una plantación de piña en el delta del Río Diquís”.
El proyecto en cuestión incluye la siembra de 600 hectáreas de piña en el delta del Diquís actualmente se encuentra suspendido después de ser aprobado en diciembre del 2016. En el estudio arqueológico presentado a SETENA se omitió la existencia de una declaración de importancia mundial por parte de UNESCO.
Los sitios arqueológicos Palmar Sur 3 y Palmar Sur 6, que están dentro del área a sembrar, son considerados de importancia patrimonial y son sitios de alto grado de monumentalidad, esto según afirma la misma compañía PINDECO en la licitación de estudios arqueológicos. Los sitios La Morada-1 y El Túmulo presentan estructuras o áreas de actividad que fueron definidas como posiblemente habitacional y funeraria respectivamente.
Para las organizaciones que presentaron la denuncia es importante considerar que los sitios mencionados no pueden ser evaluados independientemente de todo el conjunto del patrimonio del Diquís, dado que podría ser área de amortiguamiento del sitio de patrimonio mundial UNESCO y la declaratoria de patrimonio fija una serie de obligaciones y requisitos que creemos que fueron obviados por la rapidez y la superficialidad del procedimiento seguido para otorgar la viabilidad por parte de la SETENA.
El escrito sostiene que “la instalación y operación de una finca piñera implica no solamente el cultivo si no diversas infraestructuras que permitirán su operación y que generan movimientos frecuentes de maquinaria y acarreo de materiales, insumos y camiones que podrían alterar rasgos culturales ya identificados como esferas, espigas y columnas deben ser monitoreados y prever medidas de mitigación para evitar su deterioro”.
También preocupa “aspectos como contaminación por el acarreo y depósito de materiales, vibración o incluso fumigaciones tan intensivas deberán ser considerados y valorados como prioridad, tomando en cuenta que el Estado costarricense asumió responsabilidades y compromisos internacionales ineludibles con la declaratoria de importancia mundial de esta zona”.
Finalmente asegura la carta que “no hay una evaluación del aspecto del paisaje y el impacto del cultivo al romper las unidades actuales y que han convivido por largo periodo, paisaje bananero, palma, manglar y finca campesina, esta ruptura podría ser considerada contaminación visual y ruptura del paisaje que es una característica importante de contexto del sitio UNESCO”.
Mientras que en el caso de el Museo Nacional (MNCR) en un exhaustivo informe analizaron la viabilidad ambiental aprobado por SETENA, y proponen que el desarrollador debe cumplir con mayores requisitos previos.
Entre las recomendaciones destaca una evaluación arqueológica del área total del cultivo (600.2 ha). No se aprueban movimientos de tierra, ni limpieza del área hasta que concluya la evaluación arqueológica del proyecto y se aprueben las recomendaciones del estudio.
En su informe, el MNCR identifica una serie de acciones realizadas por el Museo ante SETENA que datan del 2003, con el fin de fortalecer la prevención del patrimonio arqueológico en caso de otorgar permisos a proyectos que excedan las 100 hectáreas de extensión.
El MNCR ha solicitado a SETENA modificar el reglamento vigente para mejorar los procedimientos arqueológicos que se aplican actualmente al tramitar permisos de viabilidad ambiental.