Declaraciones contra escuelas unidocentes emanan desde el desconocimiento, asegura Conare unidocentes

San José, 21 nov (elmundo.cr) – La Comisión coordinadora del Proyecto la innovación curricular desde la escuela unidocente auspiciado por el Consejo Nacional de Rectores (Conare), aseguró que declaraciones en contra de las escuelas unidocentes “generalmente, emanan desde el desconocimiento de la realidad de estas instituciones y se amparan en criterios económicos”.

Esto se da  a raíz de las declaraciones de la rectora de la Ulacit, Silvia Castro que calificaba como «despilfarro» el salario de educadores de las escuelas unidocentes.

Ante esto desde  la Comisión recordaron que “las escuelas unidocentes fueron creadas para atender a las poblaciones rurales dispersas donde la población escolar es de 30 o menos estudiantes. Gracias a este tipo de instituciones, el Estado cumple con el compromiso de garantizar la educación como un derecho humano fundamental”.

De igual forma destacaron que “debido a que muchas de estas escuelas se encuentran en lugares de difícil acceso y con servicios básicos muy limitados, para docentes y estudiantes significa un gran esfuerzo físico y económico llegar hasta ellas, y, sobre todo, estar convencidos de que la escuela unidocente será la primera puerta hacia la ruta que permitirá la consecución de sueños y anhelos tanto académicos como personales”.

Asimismo sentenciaron que “sin duda alguna, las escuelas unidocentes simbolizan para la mayoría de los habitantes del país, la apuesta que hizo la sociedad costarricense por la educación como un medio para garantizar a sus hijos e hijas, mejores condiciones de vida, no solo en términos económicos, sino también para forjarse como un pueblo respetuoso de los derechos humanos, la paz y la protección de la naturaleza”.

De la misma manera, afirmaron “como funcionarios y funcionarias universitarias que hemos venido trabajando para apoyar a las escuelas unidocentes, por medio del proyecto “La innovación curricular desde la escuela unidocente”, auspiciado por el Conare, expresamos nuestra preocupación por una serie de manifestaciones públicas de diferentes sectores que, en los últimos años, se declaran en contra de las escuelas unidocentes o minimizan su accionar; declaraciones que, generalmente, emanan desde el desconocimiento de la realidad de estas instituciones y se amparan en criterios económicos para hacer propuestas que contravienen a la visión de la educación como derecho universal”.

“Percepciones sobre la escuelas unidocentes, como instituciones decadentes o deficitarias en cuanto a la calidad de la educación que ofrecen, ideas como el cierre y la refundición de escuelas, o últimamente, considerar que el salario de un maestro o maestra unidocente es “un despilfarro”, solo expresan intenciones que, de cumplirse, significarían un retroceso en los compromisos del Estado por garantizar la educación como un derecho humano fundamental, al cual todos y todas deben tener acceso sin discriminación alguna, tal y como lo afirman las diversas convenciones internacionales y la normativa nacional vigente”, aseveraron.

Además, resaltaron que “como educadores, repudiamos y rechazamos categóricamente, todas las intenciones que se manifiesten desde criterios puramente economicistas, en contra de las escuelas unidocentes, de los funcionarios que trabajan en ellas y de las comunidades donde sirven”.

Aunado a ello hicieron un llamado vehemente “a los maestros y maestras unidocentes a estar alertas ante estas expresiones, para que asumamos la defensa de estas instituciones escolares, que dignifican día con día la labor incansable de atender no solo pedagógicamente a sus estudiantes, sino también de asumir el rol administrativo y de vínculo con la comunidad circundante, haciendo posible el cumplimiento y desarrollo de la Política Educativa costarricense”.

“Del mismo modo, solicitamos a las autoridades magisteriales y universitarias a reforzar acciones para defender la educación pública, en este caso particular, a las escuelas unidocentes. Los niños y las niñas que habitan este país, sin importar donde estén ubicadas sus escuelas, tienen derecho a una educación de calidad”, agregan.

“Finalmente, hacemos también un llamado a los diversos medios de comunicación, acerca de la responsabilidad social de comunicar en contexto y sentido, con una visión objetiva de la realidad, la situación histórica y actual sobre las escuelas unidocentes y las personas docentes que las atienden, de forma que se garantice un conocimiento certero de la información que se difunde”, concluyeron.

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