
Redacción, 22 abr (elmundo.cr) – Un hombre y una mujer fueron condenados este viernes a cuatro años de prisión, sin beneficio de ejecución condicional de la pena, después de que aceptaran su participación en una organización delictiva dedicada a traficar personas desde República Dominicana a Costa Rica, por Nicaragua. Además, admitieron haberles proporcionado pasaportes falsos de otros países para que pudieran ingresar a Estados Unidos o a Canadá.
La Fiscalía Adjunta contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes logró demostrar que a finales del 2013, los imputados idearon un plan para gestionar el traslado de una pareja de primos dominicanos, a quienes les cobraron $7.900 y $7.600 para llevarlos hasta el norte del continente, propósito que no pudo ser cumplido.
Según informan, el hombre y la mujer imputados habrían trasladado el 17 de diciembre de ese mismo año a los migrantes hasta el aeropuerto Juan Santamaría, en Alajuela. Minutos después, fueron detenidos al pasar por el puesto de control migratorio y fue enviada al centro de detención para migrantes. El hombre fue deportado a República Dominicana a finales de ese mes; en enero del 2015, mientras que la mujer, al parecer, su prima, contó lo ocurrido y, antes de ser deportada, colaboró con la Fiscalía mediante un anticipo jurisdiccional de prueba y reconocimientos fotográficos y físicos de los dos imputados.
Tras la investigación conjunta con la Policía Profesional de Migración, en abril del año anterior se logró la detención de los sospechosos. Seis meses después, la Fiscalía presentó la acusación formal contra Rubí y García.
De acuerdo con la Fiscalía, en el caso de la imputada Blanca Rubí Rubí, “su función era contactar con los migrantes ilegales que ingresaban a Nicaragua, a quienes les cobraba una suma de dinero con el fin de gestionar su paso ilegal por la frontera de Nicaragua con Costa Rica por lugares no habilitados, evadiendo los controles migratorios correspondientes. Una vez en suelo costarricense se encargaba de alojar, ocultar y encubrir a los migrantes ilegales en un hotel capitalino. Además les facilitaba documentación falsa, como pasaportes de otras nacionalidades, con la finalidad de promover el tráfico ilícito de migrantes hacia un tercer país”.
Por su parte, y según informaciones policiales, el acusado, Juan Carlos García Brenes, “era el encargado de trasladar en territorio costarricense a los migrantes ilegales, mediante la utilización de un taxi, para realizar varias diligencias con el fin de obtener y confeccionar los documentos falsos que posteriormente les facilitaría el grupo criminal a las personas traficadas. Además, era quién, con el fin de ocultar y encubrir a los migrantes ilegales, los trasladaba hasta el Aeropuerto Juan Santamaría para que los mismos viajaran hacia un tercer país”.
Tras esta condena a cuatro años de prisión, el viernes se conocerá la lectura integral de la sentencia y si no hay apelaciones, esta alcanzará firmeza y ambos tendrán que cumplir con sus años de castigo en la cárcel.