Redacción, 18 mar (elmundo.cr)- Hace unos días se concluyó el traslado de miles de migrantes cubanos varados en Costa Rica. Sin embargo, una nueva oleada de cubanos varados en Panamá y la negativa de Costa Rica de darles paso avivaron hoy en Centroamérica una crisis migratoria que parecía haberse atenuado con el traslado especial a México de más de 6.000 isleños en tránsito hacia EEUU.
El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, afirmó este jueves que no aceptará más cubanos en el país, tras afrontar una crisis migratoria de cuatro meses, y pidió a la policía redoblar esfuerzos en la zona fronteriza con Panamá, adonde siguen llegando gran cantidad de cubanos.
El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, cifró este jueves en 1.600 los cubanos que están ahora en localidades panameñas fronterizas con Colombia y Costa Rica sin posibilidad de poder avanzar en su travesía hacia EEUU, país que desde 1961 les ofrece a los isleños beneficios migratorios.
“Es un problema bien complicado (…) no es fácil porque nosotros dependemos de la colaboración de otros países de la región, como fue el caso de México”, admitió el mandatario en una rueda de prensa en la localidad de Tolé, fronteriza con Costa Rica.
Esta misma semana concluyó un operativo especial de traslado a México de 6.119 cubanos que se quedaron estacionados desde finales de 2015 en Panamá y Costa Rica debido a que, el 15 de noviembre pasado, Nicaragua les cerró su frontera terrestre aduciendo razones de seguridad y soberanía.
Panamá y Costa Rica resaltaron el éxito del operativo especial, que contó con el respaldo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), dando la impresión de un alivio de la crisis migratoria.
Este mismo jueves el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, afirmó que su Gobierno “no recibirá más migrantes cubanos”, y pidió a la Policía redoblar esfuerzos en la zona fronteriza con Panamá.
La operación especial de traslado de isleños a México “está concluida”, argumentó Solís, e hizo un llamado a los cubanos que están en la vecina Panamá y a los que “vienen de camino desde Ecuador” que no lleguen a Costa Rica.
Solís pidió además a la OIM una reunión con los viceministros de Relaciones Exteriores y Migración de la región para atender la nueva oleada de cubanos.
Según la representante de Cáritas, la situación de los cubanos que hoy en día se encuentran varados en Chiriquí, cerca de un millar según sus cifras, solo reciben “ayuda” de la Cruz Roja de Chiriquí y Cáritas Panamá”, organizaciones que no se dan “abasto”.
Varela prometió este jueves hospedaje a los migrantes cubanos, a quienes pidió “paciencia” y garantizó que no serán devueltos al Darién, la selva tropical que hace de frontera natural con Colombia.
Los migrantes cubanos mostraban este jueves en Paso Canoas, frontera con Costa Rica, cartones con las inscripciones “Help Obama”, “ayuda para continuar”, “no al tráfico humano”, entre otras.
El paso de cubanos por Centroamérica es un fenómeno que ha ido creciendo en los últimos años pero que se ha intensificado con el restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba por el temor a que se elimine la Ley de Ajuste Cubano (1961), que otorga facilidades a los isleños a la hora de adquirir la residencia estadounidense