Nueva York, 03 nov (elmundo.cr) -Posterior al informe anual que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) presenta ante los Estados miembros de las Naciones Unidas (ONU), la representante permanente de Costa Rica, Maritza Chan se refirió a las preocupaciones del país por el incumplimiento que, de las sentencias de la Corte, hacen algunos Estados y sobre las restricciones presupuestarias que enfrenta el organismo.
En un discurso que pronunció ante la Asamblea General de la ONU, la embajadora Chan expresó que “el debate es una oportunidad para reflexionar sobre mejoras urgentes en el funcionamiento del sistema de justicia internacional”.
En primer término se refirió al número considerable de Estados, entre ellos Estados que eligen jueces ante la Corte, que no reconocen su jurisdicción. “Esta lamentable práctica no es consistente con las obligaciones internacionales derivadas de los principios básicos del derecho internacional”, destacó la diplomática.
Con respecto al cumplimiento del derecho internacional agregó que las sentencias y decisiones de la Corte Internacional de Justicia deben cumplirse sin excusas, no sólo cuando resulta conveniente o favorable. “Los incumplimientos a los artículos 93 y 94 de la Carta no sólo socavan el mandato de la Corte Internacional de Justicia, sino además los cimientos de nuestra organización en su totalidad”.
En cuanto a las restricciones presupuestarias que enfrenta el organismo, la máxima representante costarricense ante el organismo expresó que a pesar del trabajo que realiza la Corte, en particular para la solución pacífica de controversias, consume aproximadamente el 1 por ciento del presupuesto ordinario de la ONU.
“Costa Rica lamenta que los recursos están siendo dirigidos a la guerra y no la resolución pacífica de las controversias, ni a la protección de los derechos humanos, ni mucho menos hacia los objetivos de desarrollo sostenible”. Destacó además la cercana interrelación entre el mantenimiento de la paz, la seguridad internacional y la justicia. .
Del informe se desprende que la distribución geográfica y la diversidad de los temas sometidos ante la CIJ ilustran el carácter universal y general de su jurisdicción.,
“La falta de un sistema que asegure el cumplimiento de las decisiones judiciales internacionales es un problema transcendental del orden basado en normas internacionales”, resaltó.
Por último, la representante permanente expresó la necesidad de que se democratice el acceso a la justicia internacional mediante la adopción de otras lenguas de trabajo de la Corte, en particular, el español. “Los países hispanoparlantes hemos sido firmes defensores del trabajo de la Corte, y este apoyo y confianza debe ser reciprocado mediante el uso del español como uno de sus idiomas de trabajo”, concluyó.