San José, 28 abr (elmundo.cr) – El economista Gerardo Corrales presentó un análisis que revela una preocupante disparidad en el impacto de la inflación sobre los diferentes sectores de la población costarricense.
Según su estudio, mientras el Índice de Precios al Consumidor (IPC) acumuló apenas un 1,3% entre mayo 2022 y marzo 2025, el costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) aumentó en un 12,6%.
Corrales destaca que esta diferencia refleja una creciente desigualdad en los ingresos reales de los hogares, especialmente entre los sectores de bajos recursos.
“Durante esta Administración, el costo de la canasta básica ha estado constantemente por encima del nivel de inflación general, afectando más a quienes menos tienen”, señaló.
El análisis también muestra que, al desagregar el IPC por estratos de ingresos, la situación es aún más desigual. Mientras los hogares de altos ingresos experimentaron una reducción promedio de precios de 0,3%, las familias de ingresos bajos enfrentaron una inflación acumulada de 4,7%.
Esta disparidad se explica por los diferentes patrones de consumo. Bienes que han bajado de precio, como el diésel, la gasolina, la compra de vehículos nuevos y los boletos aéreos, son más consumidos por los sectores de mayores ingresos.
En cambio, productos y servicios básicos como alimentos, alquileres, servicios públicos, educación, medicinas y transporte en bus —cuyos precios han aumentado— representan un gasto mayor para los hogares de menores recursos.
“Es fundamental que las políticas públicas consideren estas diferencias para evitar que la inflación termine incrementando la desigualdad social en Costa Rica”, advirtió Corrales.
El análisis fue elaborado a partir de datos oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) y forma parte de los estudios de Economía Hoy.