San José, 10 abr (elmundo.cr) – El daño más frecuente de la piel durante las vacaciones de Semana Santa es la quemadura solar, la cual puede llegar a dar un cuadro de insolación, cuando está acompañada de dolor de cabeza, ojos rojos, mareos, náusea y vómitos.
En estos casos, es imprescindible la atención médica para controlar la temperatura corporal y la pérdida de agua y proteínas.
En casa, puede tratarse de la siguiente manera: tomar abundante agua para mantenerse hidratado, aplicar cremas humectantes tales como crema de rosas, poner paños de manzanilla fría y tomar acetaminofén en caso de ser necesario.
Y acuda al EBAIS cuando se presentan los siguientes síntomas: fiebre, escalofríos, vómitos, confusión, dificultad respiratoria y/o quemaduras extensas.
Por su parte la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) le recuerda 5 ideas básicas para cuidar la piel
1. Esté a la sombra entre las diez de la mañana y las tres de la tarde.
2. Use de barreras físicas para evitar la exposición directa: sombrero de ala ancha, camisa de manga larga o mangas. Las gorras dejan al descubierto el cuello, por lo tanto, no protegen adecuadamente. Se pueden usar gorras con faldas.
3. El uso de filtro solar es importante como complemento a las barreras físicas. En caso de la piscina o el mar, aplique generosamente 20 minutos antes de salir al sol. El protector debe reaplicarse cada 2 horas fuera del agua y con la piel seca. Hay que esperar a que se seque la película protectora y luego regresar a las actividades.
4. Use lentes oscuros para proteger los ojos.
5. Hidrátese y aliméntese correctamente. Consuma al menos ocho vasos de agua al día, ya que la piel mejora su aspecto y lozanía, mientras que el resto de los órganos funcionan mejor cuando están hidratados.
La mejor hidratación es agua pura, jugos de frutas o verduras naturales. Se desaconseja, las bebidas artificiales o azucaradas, las bebidas alcohólicas tienen un efecto contrario, son deshidratantes.
Es recomendable el consumo de frutas con más de un 80 por ciento de agua en su composición y una aportación calórica escasa, como la sandía y el melón.
