Conchas marinas y monedas: la invención del dinero

10859423_960932943931393_1356096938_nPor Heiko Lossie (dpa)

Fráncfort (dpa) – Hubo un tiempo en el que el dinero no existía. Pero fue hace muchos, muchísimos años. «El dinero, tal como lo conocemos actualmente, fue inventado probablemente hace unos 2.600 años en Asia Menor», explica Harald Pohl, un experto en historia del dinero.

Asia Menor se llamaba antiguamente la región en la que actualmente se ubica Turquía. Ese primer dinero consistía en monedas redondas. Los billetes no existían aún.

¿Y antes de eso? ¿Cómo hacía la gente para pagar algo? «Algunos pueblos utilizaban conchas de mar como moneda», dice Harald Pohl. Las más valiosas eran las menos frecuentes y más bonitas. Con ellas se podían adquirir más cosas.

El dinero en forma de conchas de mar fue inventado por nuestros lejanos antepasados para facilitar el comercio. «Antes de eso se intercambiaban bienes mediante el trueque», señala el experto. Por ejemplo un pescado grande por unas pieles de zorro. El problema era que para comprar algo había que llevar siempre los bienes intercambiables consigo: el pescado, o las pieles, o animales vivos. Eso no era muy práctico.

Así es que la gente se puso de acuerdo en algún momento en tomar algún tipo de objeto que fuera fácilmente transportable como unidad de canje, con determinado valor fijo de intercambio. Por ejemplo, las conchas de mar. Era más fácil viajar con las conchas de mar en un bolso y entregarlas a cambio del pescado.

Y el vendedor del pescado podía entonces utilizar las conchas de mar obtenidas para comprar en un momento más conveniente las pieles. O bien utilizarlas para otro producto que no hubiera podido ofrecerle el comprador del pescado.

De este modo surgió la idea que dio origen al dinero: el medio de pago debía tener un valor de intercambio. «Eso es lo más importante del dinero, su valor», explica Pohl, que es un experto del Bundesbank, el banco central de Alemania.

De esta forma, el pescador entregó su pesca por una cantidad de conchas de mar, confiando en que le sirvan para comprar las pieles un día o un año más tarde. Es decir, espera que las conchas de mar mantengan su valor. Eso es lo que se llama estabilidad monetaria.

Pero si la gente ya no confía en el valor del dinero, éste pierde su poder de intercambio. Se necesitará entonces cada vez más conchas de mar para comprar el pescado o las pieles.

El dinero, sean conchas de mar o monedas, se devalúa. Esto ha ocurrido muchas veces hasta en la actualidad. Los precios, o sea, la cantidad necesaria de dinero para comprar un producto, aumentan. Eso se llama inflación. En esas situaciones la gente prefiere volver al antiguo sistema del canje o trueque directo de los productos, sin intermediación del dinero.

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