¿Cómo se elige la Secretaría General de la ONU? Una costarricense ya figura como aspirante

Fotografía tomada del Facebook de Rebeca Grynspan Mayufis.

Costa Rica marcó un paso histórico al anunciar este miércoles 8 de octubre la candidatura de Rebeca Grynspan para ocupar la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), uno de los cargos más influyentes del sistema internacional.

Grynspan, exvicepresidenta de Costa Rica (1994-1998) y actual secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), fue presentada por el gobierno de Rodrigo Chaves como la apuesta nacional para liderar la organización global a partir de 2027.

El cargo lo ocupa desde 2017 el portugués António Guterres, quien completará su segundo mandato el 31 de diciembre de 2026. En casi 80 años de existencia de la ONU, ninguna mujer ha llegado a la Secretaría General, por lo que esta contienda abre una oportunidad histórica para que una mujer latinoamericana ocupe ese puesto por primera vez.

¿Cuál es el rol de la Secretaría General?

La Secretaría General de la ONU es la cara visible de la organización ante el mundo. Quien ocupa ese cargo lidera la gestión administrativa de las Naciones Unidas y actúa como un mediador global en conflictos, tensiones políticas y crisis humanitarias. También convoca la atención del Consejo de Seguridad cuando se presentan amenazas a la paz internacional, nombra altos funcionarios y coordina operaciones en las principales oficinas del organismo (ubicadas en Nueva York, Ginebra, Nairobi y Viena).

La persona designada funge además como portavoz de los valores de la Carta de las Naciones Unidas y debe mantener plena independencia de intereses nacionales o externos.

¿Cómo se elige?

Aunque el proceso se activa oficialmente hasta finales de 2025, ya hay movimientos diplomáticos en marcha y varias figuras están siendo valoradas. El procedimiento consta de varias etapas:

  1. Convocatoria formal: Se emite una carta conjunta desde la presidencia de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad, dando inicio al proceso.

  2. Presentación de candidaturas: Los Estados miembros remiten postulaciones por escrito, que se comparten públicamente para garantizar transparencia.

  3. Audiencias y visión de futuro: Las personas aspirantes deben presentar su visión y sostener intercambios con los países miembros.

  4. Revisión del Consejo de Seguridad: Este órgano evalúa las candidaturas y elabora una recomendación oficial.

  5. Poder de veto: Los cinco miembros permanentes del Consejo —Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia— pueden bloquear a cualquier aspirante con un solo voto en contra.

  6. Decisión de la Asamblea General: La designación se somete a votación en este órgano, donde 193 Estados deben aprobarla por mayoría simple.

El mandato, usualmente de cinco años, puede renovarse una vez. La ONU exige que quien aspire al cargo posea una trayectoria de excelencia, integridad, liderazgo diplomático y compromiso con los principios del organismo.

¿Quiénes suenan como aspirantes?

Además de Grynspan, otros nombres comienzan a figurar en la conversación internacional. Entre ellos:

  • Michelle Bachelet (Chile): Expresidenta y exalta comisionada de la ONU para Derechos Humanos.

  • Alicia Bárcena (México): Excanciller y actual ministra de Medio Ambiente.

  • Mia Mottley (Barbados): Primera ministra de ese país caribeño.

  • Jacinda Ardern (Nueva Zelanda): Ex primera ministra.

  • Rafael Grossi (Argentina): Director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica.

  • David Choquehuanca (Bolivia): Vicepresidente.

Aunque estas figuras no han sido oficializadas por todos los gobiernos, sus perfiles ya se analizan en los círculos diplomáticos.

Una carrera por la historia

Si bien aún falta más de un año para que se activen formalmente las reglas del juego, el respaldo temprano a figuras como Grynspan pone a Costa Rica en el mapa de una elección clave. El proceso estará marcado por negociaciones geopolíticas, tensiones regionales y una creciente demanda por una ONU más inclusiva.

Por ahora, queda claro que la carrera por la Secretaría General ya comenzó, y que por primera vez, una mujer costarricense podría estar en el centro del tablero global.

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