San José, 4 feb (elmundo.cr)- Carlos Alvarado parece como si no estuviera peleando la presidencia de Costa Rica. Está tranquilo, fresco y “sin miedo a perder”.
Así lo aseguró en conferencia de prensa la tarde de este domingo en el restaurante Prosana, en el lado este de San José, cuando se hizo acompañar de su equipo de campaña en la mesa principal con figuras oficialistas como Epsy Campbell, candidata a vicepresidente, y Víctor Hugo Morales Mora, jefe de campaña.
Alvarado aceptó que a lo largo de la campaña sintió “frustración” por el apoyo que revelaron las diferentes encuestas lo que también les limitó el gasto de dinero. (Ver vídeo)
Sin embargo, el levantín de apoyo popular al cierre de la contienda hace que Alvarado sea convincente y se ponga a “creer” en que Costa Rica le dará el sí a más tardar este domingo a las 6:00 p.m.
“En este momento lo que estoy pensando es sacar la mayor votación y llevar adelante nuestra propuesta, no me estoy planteando llevar a rivales a segunda ronda, no me estoy planteando otra cosa que no sea llevar la mayor cantidad de personas a votar por el PAC”, dijo el candidato.
Alvarado es la representaión del oficialismo de centro izquierda que encontró su nicho en la población progresista luego que el 9 de enero anterior la contienda electoral comenzó a girar sobre la respuesta consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En ese momento, la CIDH dijo que Costa Rica debe garantizar el matrimonio entre parejas homosexuales y eso activó las alarmas entre el sector conservador y cristiano del país.
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La batalla por “conservar” la familia tradicional costarricense propulsó a Carlos Alvarado en el cierre de la campaña y eso es lo que lo mantiene optimista. A pesar que la segunda ronda electoral parece algo cocinado, el oficialista aseguró no preocuparse por ello.
“También hay que ver otro fenómeno: las casas encuestadoras no habían anticipado esa afluencia de votantes que se está dando hoy y que se está haciendo bonita. Hay un margen ahí de incertidumbre, entonces esperemos que se manifiesten las personas”, dijo.
Además, el exministro de Trabajo aseveró que no hay oponente que le preocupe en segunda ronda porque puede competir con cualquiera.
“Nosotros peleamos por principios, no contra personas”, argumentó.
