San José, 3 abr (elmundo.cr)- Costa Rica, ha reforzado la vigilancia en puntos fronterizos para impedir el ingreso de personas extranjeras, como medida sanitaria ante la pandemia del COVID-19.
La policía de migración ha estado dando seguimiento a los ‘puntos ciegos’ que han sido reconocidos por los mismos dirigentes comunales en Upala. Hasta el momento se ha impedido el ingreso de más de 2700 extranjeros.
Además, más de 500 personas no han podido ingresar por la frontera. Muchos nicaragüenses con residencia, incumplieron lo que anteriormente se había solicitado, salieron del país e intentaron ingresar nuevamente; y no pudieron hacerlo.
La vicealcaldesa de Upala, Vanessa Vargas indicó que “como cantón de Upala, vecino de Nicaragua, tenemos 40 kilómetros ciegos de frontera, que para nosotros es una preocupación día a día”.
“Al decretarse el cierre de fronteras, nosotros sabemos que hay muchas fincas que colindan; y va a ser muy difícil para fiereza pública y para migración, separar el ingreso y egreso de personas. Es por esto, que nos hemos unido con los vecinos, con las asociaciones, y el comité de emergencia, como gobierno local”, agregó.
De esta forma, han logrado articular estrategias y articular esfuerzos; para tratar de resguardar la salud de los ciudadanos.
La comunidad de Upala se ha convertido en una red de información para las autoridades, por ello la vicepresidenta Epsy Campbell, extendió un agradecimiento a la colaboración de todos los vecinos que han hecho posible identificar los ‘puntos ciegos’ por los cuales se ha impedido el ingreso de extranjeros al país, en este periodo de emergencia.