San José, 22 mar (elmundo.cr) – La Asociación de Productores Independientes de Cine de Costa Rica (APICC) solicita que sea analizada la continuidad de la ministra de Cultura, Nayuribe Guadamuz, ante la suspensión del Costa Rica Festival Internacional de Cine 2023 (CRFIC).
Por medio de un escueto comunicado emitido el pasado 16 de mayo, el Centro Costarricense de Producción Cinematográfica informó que el Costa Rica Festival Internacional de Cine traslada sus fechas previamente anunciadas (22 de junio al 01 de julio) a octubre, “tras una decisión administrativa de la unidad jurídica del Ministerio de Cultura y Juventud”.
Ante esto, la APICC “consideramos que es responsabilidad del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) detallar ante la sociedad costarricense y el sector cinematográfico nacional los elementos que mediaron en la toma de esta grave decisión, la cual profundiza aún más la crisis que vive actualmente la cultura nacional”.
Además señalaron algunas de las afectaciones que esta situación genera:
- Debilitamiento de la imagen del festival y exposición a problemas legales: el CRFIC es parte y ha encontrado un espacio de privilegio en el circuito internacional de festivales, consolidándose actualmente como el evento más importante de este tipo en Centroamérica. El cambio de fecha repentino afecta el espacio en el calendario de actividades nacionales e internacionales que el festival había luchado por consolidar durante años y genera desconfianza ante la comunidad que lo visita. Asimismo, esta suspensión se da en un momento en el que la organización ya había confirmado la participación en el evento de decenas de películas e importantes invitados nacionales e internacionales que habían reservado este espacio en sus agendas. También mantenía acuerdos y compromisos con múltiples instituciones nacionales e internacionales que apoyan el evento y que ya se encontraban trabajando, tales como el Centro Cultural de España, Alianza Francesa, Centro Cultural Costarricense Norteamericano y el Laboratorio de Proyectos Tres Puertos (apoyado por el fondo Ibermedia). De momento las autoridades no han informado cómo harán frente a estos compromisos previamente adquiridos.
- Mal manejo de los recursos públicos: como se menciona en el punto anterior, la organización ya había contratado y pagado funciones de estreno nacional de decenas de películas costarricenses e internacionales. Regularmente las películas planifican su estreno en festivales como una puerta de entrada al mercado previo a su salida en salas de cine, lo cual se coordina con muchos meses de antelación. Por lo anterior, este cambio de fechas expone al festival a tener en su programación de octubre películas que ya han perdido vigencia debido a que ya habrán sido estrenadas en cines o plataformas comerciales en los meses anteriores, habiendo pagado con el fin de tener películas que fueran una novedad para el público costarricense.
- Incertidumbre en el sector cinematográfico: si bien el comunicado menciona nuevas fechas para el festival, es importante aclarar que esas fechas no están confirmadas hasta que el Ministerio de Cultura y Juventud haya adjudicado la producción del evento, lo que en este momento no ha sucedido. Considerando los múltiples problemas sufridos en la adjudicación del cartel de contratación original, existe duda razonable de que la institución realmente pueda cumplir con sus compromisos para las semanas que indica.
- Exposición a sub-ejecución y posibles recortes: en caso de que el Ministerio de Cultura y Juventud reincida en los problemas que imposibilitaron la adjudicación del cartel original, el Centro Costarricense de Producción Cinematográfica se expone a tener una sub-ejecución muy considerable de su presupuesto anual, lo cual podría desencadenar una afectación mayor en los presupuestos de la institución para los años siguientes.
- Debilitamiento general del CRFIC: el cambio de fechas, la incertidumbre del sector y la población general yla desconfianza generada por el mal manejo de los recursos públicos, genera ruido innecesario alrededor del segundo evento masivo más importante que produce el MCJ, el cual debería ser considerado una gran celebración del arte cinematográfico. A esto sumamos que las nuevas fechas mencionadas suceden en los meses más intensos del invierno y por tanto con lluvias más fuertes, lo cuál posiblemente afecte la asistencia del público al evento.
“Instamos al Gobierno de la República, la sociedad civil y la prensa nacional a realizar un análisis riguroso de esta situación, cuyas consecuencias y posibles afectaciones deben ser enfrentadas por las personas responsables a lo interno del MCJ, y no por el sector y la población general”, indicaron.
Por otro lado, recalcaron que “el Costa Rica Festival Internacional de Cine y el Centro Costarricense de Producción Cinematográfica cumplen un rol vital en nuestra sociedad y su personal, dirección y presupuesto no deben sufrir por la incapacidad de los jerarcas. Por el contrario, para el 2024 el CRFIC debería venir con mayor apoyo para así poder paliar las afectaciones ocasionadas y volver a brillar ante los miles de costarricenses que lo visitan como una gran celebración del cine y las historias”.
La APICC reúne a las principales empresas productoras de cine independiente nacional. La relevancia artística, social y cultural de sus películas han sido reconocidas con más de una decena de Premios Nacionales de Cultura Amando Céspedes Marín, recalcaron.
También enfatizan que como asociación han exportado sus contenidos y la cultura costarricense a países tan diversos como China, Francia, EE.UU., Brasil, Australia, Turquía, España, Nueva Zelanda, Alemania, Medio Oriente, no solo en la ventana theatrical (cines), sino también por medio de otros canales y plataformas reconocidas mundialmente como HBO, Amazon Prime, Sundance Channel, Mubi, Starz.
“Nuestras películas también son vistas por miles de turistas en aerolíneas como KLM, Copa Airlines y Air France entre otras, así como en los principales mercados y festivales del mundo como Cannes, Toronto, San Sebastián, IDFA, Berlín, Cairo, etc”, indicaron.
“Desde APICC consideramos al cine como un elemento vital de una sociedad saludable; una actividad que nos ha permitido generar cientos de trabajos a nivel nacional, atraer millones de miradas a nuestras historias y colaborar en la generación de un imaginario costarricense y de una sociedad más tolerante, respetuosa y empática”, concluyen.