Redacción, 28 nov(elmundo.cr)- Según encuestas realizadas por el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), desde la última modificación a la Ley de Venta de Licores, en el año 2012, se presentó un aumento abrupto en el consumo de bebidas alcohólicas, hasta convertirse en la sustancia psicoactiva más consumida en Costa Rica y la que más problemáticas sociales y sanitarias genera.
Por tanto, dicho Instituto apoya la modificación de los artículos 9, 12, 18 y 24 de la Ley de Regulación y Comercialización de Bebidas con Contenido Alcohólico, N° 9047, según consta en el expediente legislativo Nº 19.916 y que podría pasar a discusión en el Plenario próximamente.
El proyecto busca cambiar el artículo 12 de la Ley N.° 9047 para normar de mejor manera la regulación y control de la publicidad relacionada con la comercialización de bebidas con contenido alcohólico y las patentes para minisúper que venden bebidas alcohólicas.
Del mismo modo el expediente propone modificar el artículo 18 de dicha ley para la efectividad del régimen sancionatorio sobre el control previo de la publicidad comercial mediante la coordinación interinstitucional.
Alcohol: droga más consumida
En el caso del alcohol, desde el año 2000 se presentaba una disminución paulatina de niveles de prevalencia en consumo, cuyo punto más bajo fue en el año 2010 con 20,5%. No obstante, se empezó a percibir un aumento notable en el total de consumidores para el año 2015, ubicando la cifra en un 27,9%, mucho mayor a la reportada en el año 1990, (considerando además la existencia de una mayor densidad poblacional en un período de 25 años).
Según Luis Eduardo Sandí, Director Ejecutivo del IAFA, “una de las causas de dicho repunte presentado en un período tan corto, se da como resultado del debilitamiento del control de la publicidad en el país, pues para el año 2012, la comisión que analiza los anuncios comerciales para la promoción de bebidas con contenido alcohólico se trasladó del IAFA al Ministerio de Salud, incorporando al mismo tiempo dos miembros de la industria de bebidas alcohólicas, que han venido jugando el papel de juez y parte, así como la excesiva disponibilidad y facilidad para la adquisición de bebidas alcohólicas”.
Este hecho propició una mayor promoción de publicidad sobre bebidas y mayor disponibilidad del producto con contenido alcohólico en todos los medios de comunicación nacional, y por ende incidió en los datos de incremento de consumo en la población en general.
Jóvenes: mayores consumidores
Las personas entre los 20 y 39 años de edad muestran mayor consumo activo de bebidas alcohólicas, y es precisamente este grupo etario el que sobresale en las listas de personas lesionadas que requieren tratamiento en centros de salud especializados o fallecen en accidentes de tránsito por conducir o acompañar a un chofer bajo los efectos del alcohol.
Al menos un 30% de los fallecimientos anuales en carretera se deben a la combinación del volante y el consumo de alcohol.
Por otra parte, en el año 2016 del total de adolescentes atendidos en el IAFA, un 91,3% refirió consumo de alcohol, lo que se entiende además por su fácil adquisición y severas consecuencias por el consumo a edades tempranas.
“Como parte de la prevención debemos restringir con normativa como la que se discute en este momento en la Asamblea Legislativa, para disminuir la carga de trastornos mentales, violencia doméstica, problemas académicos, consumo de otras drogas y dependencia, entre muchas de las consecuencias que provoca la ingesta de esta sustancia”, resaltó el jerarca del IAFA.
Los jóvenes ubicados entre los 12 y 14 años presentan una reducción en el consumo del último mes, en tanto que los menores ubicados entre los 15 y 19 años reportaron un aumento de poco más de 8 puntos porcentuales.
Es de remarcar que el inicio del consumo de alcohol y el desarrollo de patrones problemáticos son un fenómeno de la adolescencia. Los adolescentes que inician el consumo a los 13 años tienen 6 veces más probabilidades de desarrollar problemas con el consumo y la conducción bajo los efectos del alcohol.
En un estudio reciente entre niños y adolescentes internados en el Hospital Nacional Psiquiátrico se estableció que el 75% habían consumido alguna droga. Se encontró que el 70% había consumido alcohol, y, lo más relevante, se determinó que estos últimos tenían 6 veces más posibilidad de consumir otras drogas.