Tibás, 28 ene (elmundo.cr) – Gonzalo Vargas Jiménez, alcalde saliente de Tibás por el Partido Liberación Nacional se defendió de las acusaciones de corrupción que hizo el candidato a alcalde de ese cantón por el Partido Republicano Socialcristiano, Jorge Abarca Alvarado en una mesa redonda con el resto de aspirantes a la Municipalidad.
En una extensa entrevista con EL MUNDO, “Chalo” como le conocen sus allegados presentó los documentos que muestran que las aseveraciones hechas por Abarca Alvarado son falsas y amenazó con demandarlo si no se retracta de lo que dijo.
El candidato por el PRSC dijo que el aún alcalde tibaseño era corrupto al haber percibido salario de alcalde y pensión de médico mediante el Ministerio de Hacienda, durante los primeros dos años de gestión frente al municipio.
“Son tan pobres de espíritu y de cerebro que no tienen ideas para llegar al poder, entonces lo que hacen es ofender y pueden estar sujetos a una acusación penal si no se retractan. A mi me da lástima ese tipo de cerebros que piensan venir aquí, que no tienen ni una pinche idea de decirle lo que van a hacer al pueblo”, dijo visiblemente molesto el liberacionista.
Vargas Jimenez detalló que él tras pensionarse como trabajador de la Caja, mediante el régimen del Ministerio de Hacienda empezó a percibir una pensión que peleó mantener cuando quedó electo como alcalde en la Municipalidad de Tibás, puesto que la campaña electoral le había dejado grandes deudas.
Por tal motivo, sus abogados le recomendaron pelar en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social el derecho a seguir percibiendo su pensión, pese a que trabajara como alcalde ya que en el sector público existe tal posibilidad. Un ejemplo concreto es el del diputado Carlos Arguedas del PLN, quien recibe sus remuneraciones por ser legislador, además de una pensión por haber sido magistrado de la Sala Constitucional.
El liberacionista impugnó un artículo del Código Municipal que le impedía gozar de su pensión en el ejercicio del cargo de alcalde, y durante los dos años que duró la pugna en el Ministerio de Trabajo y la Sala Constitucional, percibió ambas remuneraciones.
Una vez que la Sala Constitucional falló en su contra, Vargas Jiménez, según comentó, solicitó a los magistrados una aclaración de la sentencia, sobre si debía en vista del fallo, suspender de inmediato su pensión de médico o devolver lo que había percibido durante ese tiempo.
Los magistrados le indicaron que debía devolver el dinero de la pensión que percibió durante sus primeros años de alcalde, por lo que sin que mediara una demanda o denuncia en su contra ante ninguna instancia, se apersonó al Ministerio de Trabajo para efectuar un arreglo de pago.
En total, el alcalde tibaseño se comprometió a pagar mensualmente la suma de 400.000 colones para devolver la pensión recibida, así como efectuar un pago extraordinario de 1.000.000 de colones, cada mes de diciembre. La deuda quedó totalmente saldada en setiembre del año anterior, según consta en los registros que tiene EL MUNDO.
Inclusive, según las cartas que mostró Gonzalo Vargas, la propia Contraloría General de la República le pedía información cada seis meses para inspeccionar que los pagos se estuvieran haciendo.
“Yo no soy corrupto, porque yo pregunté y sin que mediara una denuncia yo hice un arreglo de pago para devolver el dinero. Distinto hubiese sido si yo me quedara callado y no devolviera la plata, incluso la Contraloría podía haberme sancionado si lo hacía”, comentó.
Vargas detalló además que no es solo con Jorge Abarca Alvarado. con quien ha tenido enfrentamientos, ya que una de las integrantes del Concejo Municipal de Tibás, que aspira a la alcaldía mediante una coalición entre el Frente Amplio y otros partidos, se refiere de manera despectiva hacia los trabajadores del Municipio, acusándolos de vagabundos.
“Estos pseudo comunistas, porque ni siquiera aceptan que son comunistas, lo ocultan, llegan a obstruir y olvidan que el pueblo los escogió para administrar los dineros y convertirlos en obras y no como estos señores que no se han quitado la bandera y siguen pensando solo en su partido y no en el pueblo. Me da coraje eso, por ese motivo no he vuelto a las sesiones del Consejo, porque el cardiólogo me dijo que si me iba a llevar un colerón no fuera, y así lo he hecho”, dijo el alcalde tibaseño.
“Yo vine con voluntad para hacer las cosas. Yo no soy político, soy médico; ni siquiera una computadora sé usar pero llegué aquí con la consigna de que todo con voluntad se puede hacer”, concluyó.
