San José, 2 oct (elmundo.cr) – El café es uno de los productos de exportación más importantes y emblemáticos de Costa Rica y está estrechamente vinculado con la identidad del país. Sin embargo, el cambio climático amenaza gravemente el sustento de los y las caficultores costarricenses y la sostenibilidad del cultivo.
Ante esta situación, en el año 2014, el sector en conjunto con la institucionalidad pública y la cooperación internacional, implementaron la iniciativa NAMA Café, cuyos resultados, cinco años después, revelan que 22% del café costarricense se produce de manera sostenible y es bajo en emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
La iniciativa NAMA Café de Costa Rica, implementada por el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y el Instituto del Café de Costa Rica (ICAFE), apoya al sector en reducir las emisiones de GEI durante la producción y el procesamiento de café, y a la vez adaptarse al impacto del cambio climático.
El Ministro de Agricultura, Renato Alvarado, expresó el compromiso de continuar con la promoción de las acciones contempladas en la NAMA, para ampliar el impacto.
“Cuando iniciamos con este proyecto, muchos caficultores no tenían noción del impacto que su cultivo tenía en el cambio climático y viceversa – y menos de qué hacer para cambiar esto. Las actividades de la NAMA Café han llevado a que hoy, el 22% de la producción de café nacional sea baja en emisiones, sostenible y mejor adaptada al cambio climático. En los cinco años que vienen esperamos extender esto al resto del sector mediante el personal de extensión, así como aquellos productores y beneficios que nos han entregado su confianza durante los últimos cinco años”, expresó el titular.
Por su parte, Carlos Manuel Rodríguez, Ministro de Ambiente y Energía destacó que Costa Rica vuelve a ser ejemplo ante el mundo en la lucha contra el cambio climático. “El sector café ha mostrado gran liderazgo a nivel nacional tanto como internacional para impulsar y consolidar una producción baja en emisiones. Los conocimientos y lecciones aprendidas serán invaluables para replicar la iniciativa otros cultivos y sectores a nivel nacional y serán de inmensa utilidad para los países cafetaleros en todo el mundo motivados a seguirnos el ejemplo”, dijo el jerarca.
Dentro de los esfuerzos del NAMA Café se destacó capacitación a productores costarricenses en la aplicación de buenas prácticas agrícolas (BPAs) para adaptar su producción a las condiciones climáticas cambiantes; el acompañamiento a más de 60 firmas beneficiadoras de todo el país, para el levantamiento anual de sus inventarios de GEI por medio de capacitaciones y asesoría técnica y la movilización de más de US$3.8 millones en fondos privados para facilitar la adquisición de equipo y tecnologías necesarias.
Además, con miras a posicionar el primer café bajo en emisiones del mundo de manera competitiva en nuevos mercados, la NAMA Café capacitó a 21 gerentes de firmas beneficiadoras en mercadeo y ventas. Catorce de ellos han posicionado su café en el mercado alemán y estadounidense tras una serie de giras comerciales organizadas por el proyecto.
“El valor agregado de este café les abre puertas a nuestros caficultores y caficultoras para entrar en negociaciones con compradores a nivel mundial, con una preferencia por un café sostenible y de alta calidad. En el ICAFE hemos anclado las temáticas de NAMA Café en nuestro Statement de Trazabilidad y Sostenibilidad que pretende informar al comprador tanto como al consumidor final de forma transparente de cada detalle relacionado a la producción y el procesamiento sostenible del café de Costa Rica”, expresa Xinia Chaves, directora ejecutiva del ICAFE.
Los resultados alcanzados en el marco de la iniciativa reflejan el alto compromiso del sector cafetalero, que desde los años 90 asumió la responsabilidad ambiental mediante acciones constatables en su hacer.
Con el fin de apoyar la implementación de la NAMA Café en las áreas más ambiciosas, los tres socios recibieron apoyo técnico y financiero por el Proyecto de Apoyo a la NAMA Café (NSP Café), implementado por la cooperación alemana para el desarrollo GIZ a través de la NAMA Facility, un fondo conjunto de los Gobiernos de Alemania y Reino Unido. El NSP Café principalmente apoyó la generación de capacidades técnicas de productores, beneficiadores y personal de extensionismo, el desarrollo y lanzamiento de los mecanismos financieros y la institucionalización de estos procesos en el sector.
“De parte de la GIZ estamos complacidos de haber podido apoyar al sector cafetalero de Costa Rica en arrancar con la transformación hacia un cultivo sostenible y bajo en emisiones. Estamos satisfechos que entre las cuatro instituciones hemos logrado sentar las bases dentro del sector para cumplir con los objetivos de la NAMA Café hasta el 2024”, expresa Sandra Spies, directora del Proyecto de Apoyo a la NAMA Café por parte de la cooperación alemana GIZ.
La cooperación alemana GIZ se retira mayoritariamente de la iniciativa a finales del 2019, brindando apoyo únicamente a la línea de crédito para firmas beneficiadoras durante el 2020.
Cifras reales con resultados palpables:
Más de 8.900 productores costarricenses en 25.000 hectáreas (22% del área cafetalera nacional) fueron capacitados en la aplicación de buenas prácticas agrícolas para adaptar su producción a las condiciones climáticas cambiantes, minimizar el impacto de enfermedades y mantener la productividad de su cultivo.
Mediante un proyecto de sistemas agroforestales con la Fundación Banca Ambiental (FUNBAM), se logró la plantación de más de 75.000 árboles de sombra en fincas cafetaleras del país, contribuyendo a la captura de carbono, la adaptación al cambio climático y la protección de la biodiversidad.
Más de 60 firmas beneficiadoras de todo el país (24% del total registrado ante el ICAFE) fueron acompañadas en el levantamiento anual de sus inventarios de GEI por medio de capacitaciones y asesoría técnica. Tras definir áreas de intervención prioritarias, las empresas implementaron cambios tecnológicos y optimizaron sus procesos para reducir las emisiones de GEI, el consumo de agua y el consumo de energía.
Para continuar con los esfuerzos país por alcanzar la aplicación del NAMA en la totalidad de la producción cafetalera nacional, queda activada, hasta diciembre de 2020, la línea de crédito por US$8 millones, brindados por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).