Con el tiempo, todos los teléfonos Android van funcionando de forma más lenta que al principio. Antes de llegar al último recurso de restablecer la configuración de fábrica del smartphone, un par de consejos ayudan a mantenerlo libre de “basura” informática y alto consumo de recursos.
– Actualizar el sistema: La versión más nueva del sistema operativo puede acelerar el teléfono. Además de nuevas funciones, los “updates” también corrigen errores y optimizan los programas. Si no se descargan de forma automática, se pueden buscar las atualizaciones en “Ajustes”, y “Acerca del dispositivo”. Sin embargo, algunos modelos más antiguos ya no se actualizan.
– Una pantalla sencilla: Evitar los pesados widgets y aplicaciones que se recargan constantemente en la pantalla de inicio evita gastar memoria. Los expertos recomiendan no tener más de tres pantallas básicas.
– Gestionar Apps: muchos teléfonos vienen ya con aplicaciones preinstaladas por el fabricante. Este “software inflado” (“bloatware”) a menudo no se puede desinstalar, pero es posible desactivar las Apps que no se usen en los “Ajustes”. Cuando se hace así, ya no consumen memoria, salvo la de almacenamiento. Si es posible hacerlo, lo mejor es borrar todos los programas que no se usan.
– Espaciar las sincronizaciones: Muchas aplicaciones están actualizando información en segundo plano, lo que afecta a la duración de la batería y el rendimiento. En los ajustes de cuenta se puede fijar el intervalo de sincronización, pero es mejor no desactivarla del todo porque hay programas que no funcionan sin ella.
– Sacar la basura: Para acelerar los procesos del sistema, muchos datos se colocan en la memoria caché. Si no se limpia de vez en cuando esta memoria de acceso rápido, se acumulan datos innecesarios que ocupan espacio. En el “Administrador de aplicaciones” se puede borrar la memoria caché utilizada por cada programa.
