Buenos Aires, 16 jul (dpa) – Productores agropecuarios convocaron mañana a una jornada de protesta en Argentina bajo el lema “No maten al campo” para reclamar contra la alta presión impositiva, la intervención de los mercados y en los precios y la ausencia de una política gubernamental para recuperar su rentabilidad.
La caída de las cotizaciones internacionales, la inflación y el alza de los costos y el transporte también afectan las producciones nacionales.
La protesta fue organizada por la Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) y constará de movilizaciones y asambleas en numerosos puntos de las provincias productoras, pero sin cortes de ruta.
Se realizará además en el séptimo aniversario del denominado “voto no positivo” del entonces vicepresidente Julio Cobos que hizo fracasar el proyecto oficialista para implementar un sistema de derechos de exportación móviles a la producción agrícola.
La denominada “resolución 125” desató en 2008 el conflicto entre el campo y el gobierno y llevó a la gestión de Cristina Fernández de Kirchner a una profunda crisis pocos meses después de haber asumido la presidencia.
“No se entiende que un gobierno ataque al sector que le da de comer. El gobierno vive del campo y no deja vivir al campo”, advirtió hoy el presidente de la SRA, Luis Etchevehere.
El dirigente del sector más conservador de la actividad agropecuaria señaló que “la realidad de un productor es que terminó la cosecha gruesa y ve que está recibiendo un precio menor al costo de producción, ese señor hoy ya no tiene plata”.
El petitorio de las entidades agropecuarias reclama “una carga impositiva que permita vivir, invertir y generar empleos”.
Según un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo Agropecuario (FADA), la participación del Estado a través de impuestos e intervenciones en la renta agrícola saltó de un promedio de 74 por ciento en el período 2009-2013 a un 93,5 por ciento en junio último.
La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), dos de las principales provincias productoras, denunció que “la altísima presión impositiva, la inflación, la política de precios sugeridos, la intervención de los mercados, los ROE (Registro de Operaciones de Exportación) y las retenciones (derechos de exportación), llevaron a una situación crítica de falta de competitividad”.
“Todas estas cuestiones fueron agravadas por la política de aislamiento comercial con el resto del mundo, la falta de financiamiento, la ausencia de previsibilidad y la inseguridad que se profundizó en el interior del país”, señaló CARBAP, que alertó que “estas políticas vienen asfixiando al productor, a todo el interior productivo, sobre todo a las economías regionales”.
El gobierno anunció el miércoles una serie de medidas de estímulo para pequeños productores de cereales y leche, pero fueron rechazadas por las entidades agrícolas, que las consideraron “un reconocimiento de sus errores en materia agropecuaria” y “no generan ninguna solución de fondo a los problemas de competitividad que las políticas oficiales ocasionaron en todas las producciones”.
El gobierno “sigue proponiendo medidas fracasadas y parches que no sirven para revertir la crisis”, señalaron las organizaciones en un comunicado conjunto.
Las entidades reclaman “una política de mercados transparentes sin restricciones a las exportaciones, el fortalecimiento de las economías regionales y que el costo del transporte de cargas no sea limitante para la producción”, entre otros puntos.
La crisis en las economías regionales quedó expuesta por ejemplo en el Alto Valle de las provincias de Río Negro y Neuquén, donde cientos de toneladas de fruta quedaron sin recolectar en los árboles por la falta de rentabilidad de la producción. El número de establecimientos productores de la zona se redujo a la mitad y hubo fuertes protestas semanas atrás.
Los productores reciben 1,5 pesos (0,16 dólares) por el kilogramo de manzanas, que luego se vende a los consumidores a al menos 20 pesos (2,18 dólares), denunciaron las entidades agropecuarias.
La Bolsa de Comercio de Rosario, uno de los principales mercados agropecuarios del país, expresó esta semana su “profunda preocupación” por “el crítico estado de la producción agropecuaria y de toda su cadena de valor” en el noroeste y noreste argentino y “en otras regiones del interior”. “El negocio agrario no funciona, quiebran empresas”, alertó.
La actividad agropecuaria es el pilar de la economía argentina y el principal proveedor de divisas porque representa el mayor sector exportador. La cosecha récord de soja de la campaña 2014/2015, en un contexto de caída de los commodities, no ayudó a revertir la situación.
“La verdad es que no hay conciencia de que hay una crisis muy grande y si se afecta al sistema productivo, es algo que no solamente le va a costar a los productores sino a toda la sociedad, el sistema agropecuario es el que hace entrar los dólares al país, herir ese sistema productivo es hipotecar los próximos años”, alertó el CEO de Los Grobos, Gustavo Grobocopatel, uno de los principales empresarios agropecuarios y de insumos para el sector del país.