Redacción, 9 sep (elmundo.cr) – Jincheng Guo, un nadador sin brazos, sorprendió al mundo en los Juegos Paralímpicos de París 2024, no solo por sus victorias, sino por la técnica extraordinaria que lo llevó a romper récords mundiales. Su impresionante hazaña en la categoría de 50 metros dejó a todos boquiabiertos al lograr un tiempo de 29.33 segundos, lo que le permitió escribir su nombre en la historia del deporte adaptado.
#TeLoCuento: El nadador chino Jincheng Guo dejó una marca imborrable en la historia del deporte adaptado en los Juegos Paralímpicos de París 2024, quebró récords y sorprendió al mundo por recorrer la piscina “sin respiración”. El récord mundial de Guo en los 50 metros los… pic.twitter.com/MCFoyZMD0X
— Hondudiario.com (@hondudiario) September 9, 2024
La pregunta que todos se hacen es, ¿cómo lo hace? La clave de Guo está en su capacidad para transformar cada brazada inexistente en un impulso inigualable, apoyándose únicamente en la fuerza de sus piernas y el control de su torso. Laureano Gil, un reconocido seleccionador nacional de natación, lo describió como un “misil en el agua”. La potencia que genera con sus piernas y abdominales es asombrosa, permitiéndole cortar el agua con una eficiencia aerodinámica que pocos nadadores poseen. Su técnica, en la que avanza con una posición corporal similar a la de un barco surcando el agua, lo hace destacar como una verdadera fuerza de la naturaleza.
A diferencia de otros nadadores que usan los brazos para mantener el equilibrio y generar impulso, Guo ha perfeccionado su estilo al punto de poder batir los tiempos más rápidos solo con el movimiento de sus piernas. Su cuerpo se desliza por el agua casi sin esfuerzo visible, demostrando un control absoluto de su respiración y su postura. Gil incluso afirmó que sería un desafío para nadadores olímpicos intentar igualar el rendimiento de Guo utilizando únicamente las piernas.
Entrenado en el club Hebei Province, en su ciudad natal de Shijiazhuang, Guo ha convertido su aparente desventaja en una fortaleza. El joven de 23 años no solo ganó tres medallas de oro y dos de plata en París, sino que también dejó una lección de vida. Su historia demuestra que no importa cuáles sean los desafíos, con dedicación y determinación se pueden alcanzar logros que otros consideran imposibles.
El legado de Guo va más allá de sus logros en la piscina; es una fuente de inspiración para millones de personas, recordando que los límites no están en el cuerpo, sino en la mente.
