San José, 1 nov (elmundo.cr) – Reconocer un ACV en el momento que ocurre es fundamental para poder acudir de inmediato a un centro médico donde el paciente pueda recibir el tratamiento adecuado a tiempo.
Existen dos tipos principales de accidente cerebrovascular: el isquémico y el hemorrágico. El isquémico es el más común, y ocurre cuando un coágulo bloquea el flujo sanguíneo en una arteria cerebral, privando a las células del cerebro de oxígeno y nutrientes.
En cambio, el hemorrágico se produce cuando un vaso sanguíneo se rompe y hay sangrado en el cerebro. Ambos tipos de ACV son graves, posterior al diagnóstico y tratamiento médico, la rehabilitación es vital para reducir la discapacidad en la marcha, el habla y las actividades de la vida diaria.
“En nuestro centro, Mobility Costa Rica, estamos comprometidos a ofrecer una rehabilitación integral con tecnología robótica para optimizar la recuperación del paciente, independientemente del tipo de ACV que haya sufrido”, comentó Dr Alfonso Lozada Diaz, Neurocirujano de Mobility Group Costa Rica.
Síntomas que pueden ayudarnos a actuar ante un accidente cerebrovascular para minimizar las secuelas. Es fundamental reconocer los síntomas tempranos para actuar rápido y minimizar las secuelas. La regla FAST (por sus siglas en inglés) es una guía sencilla:
- Face (Rostro): Debilidad o caída en un lado de la cara.
- Arms (Brazos): Dificultad para levantar ambos brazos.
- Speech (Habla): Habla arrastrada o incomprensible.
- Time (Tiempo): Llamar de inmediato a emergencias; el tiempo es crítico.
Otros síntomas pueden incluir pérdida repentina de la visión, mareos, pérdida del equilibrio o un dolor de cabeza intenso sin causa aparente.
¿Quiénes son más propensos a sufrir un accidente cerebrovascular?
- Edad: Los mayores de 55 años tienen mayor riesgo.
- Historial familiar: Tener antecedentes de ACV en la familia.
- Condiciones de salud: Hipertensión, diabetes, colesterol alto, obesidad y enfermedades cardíacas.
- Hábitos de vida: Fumar, consumir alcohol en exceso y llevar una vida sedentaria.
- Género: Los hombres tienen un riesgo ligeramente mayor en comparación con las mujeres, aunque las mujeres suelen tener mayor mortalidad por ACV.
¿Claves prevenir un accidente cerebrovascular?
- Controlar la presión arterial, el colesterol y la diabetes.
- Adoptar una dieta saludable baja en sal y grasas saturadas.
- Mantener un peso saludable y hacer ejercicio regularmente.
- Evitar el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol.
- Reducir el estrés.
Consecuencias y rehabilitación después de un ACV
Las secuelas pueden variar desde problemas de movilidad y equilibrio hasta dificultades en el habla y en el control de las emociones. Entre las más comunes están:
- Debilidad o parálisis en un lado del cuerpo.
- Dificultades del lenguaje como afasia, apraxia o disartria.
- Problemas cognitivos y de memoria.
- Alteraciones emocionales y de comportamiento.
El siguiente paso en la recuperación es una rehabilitación intensiva y multidisciplinaria, que puede incluir:
- Terapia física para mejorar la movilidad y la fuerza.
- Terapia ocupacional para recuperar la independencia en actividades cotidianas.
- Terapia de lenguaje (como la que realiza Gabriela en tu centro) para mejorar habilidades de comunicación.
- Soporte psicológico para ayudar con la adaptación emocional.
“Después de un accidente cerebrovascular, el camino hacia la recuperación es único para cada paciente. En el centro de rehabilitación Mobility Group Costa Rica, aplicamos un enfoque estructurado y progresivo que abarca varios pasos clave en la rehabilitación. Primero, realizamos una evaluación exhaustiva para identificar las áreas específicas afectadas, como la movilidad, el lenguaje o la cognición. Con esta información, se diseña un plan de tratamiento personalizado”, comentó el Dr. Alfonso Lozada Diaz, Neurocirujano de Mobility Group Costa Rica.
La primera fase de la rehabilitación se enfoca en restaurar las funciones básicas, especialmente la movilidad y el control muscular. Aquí es donde la tecnología robótica que utilizan juega un papel esencial, ya que permite a los pacientes realizar movimientos repetitivos y precisos bajo asistencia robótica. Esto no solo acelera el proceso de recuperación, sino que también ayuda a activar redes neuronales que pueden restaurar la función perdida.
Posteriormente, avanzan hacia actividades más complejas y funcionales, trabajando en tareas específicas de la vida cotidiana para ayudar al paciente a recuperar su independencia. La rehabilitación intensiva y repetitiva es crucial en esta etapa, ya que el cerebro se adapta y se reorganiza con la práctica constante. En esta fase también integramos terapia ocupacional, terapia de lenguaje y apoyo emocional, brindando una atención integral que abarca todas las áreas afectadas.
“Finalmente, implementamos una fase de mantenimiento y prevención, donde damos a los pacientes y sus familias herramientas para continuar con ejercicios y estrategias en casa, reduciendo así el riesgo de nuevos eventos. En Mobility Costa Rica, creemos en la rehabilitación integral, donde cada etapa del proceso está cuidadosamente diseñada para que nuestros pacientes puedan alcanzar el máximo de su potencial de recuperación”, comentó el especialista.