San José, 19 ene (elmundo.cr) – A medida que surgen nuevos avances en la tecnología se multiplican diversos tipos de violencia digital y ciberdelitos. Uno de estos, es el conocido Doxing o Doxeo.
Este consiste en investigar y difundir información privada y específica, a través de las redes sociales. Este tipo de ciberdelincuencia permite ubicar e identificar a una persona sin su consentimiento previo, con el fin de acosar, avergonzar, amenazar y extorsionar a la víctima a cambio de beneficios económicos o datos relevantes.
Con la intensificación del uso de estas plataformas, cualquier persona puede estar expuesta a sufrir este tipo de ciberdelitos. Sin embargo, existen formas de evitarlo y controlar la información que se comparte para impedir que personas maliciosas puedan llegar a ella.
“La hiperconectividad de hoy ha permitido que el doxing sea un arma poderosa contra individuos y organizaciones. Por lo cual, conseguir información personal puede ser muy fácil para los ciber-delincuentes, en la mayoría de los casos estos ciber-atacantes llevan a cabo la recopilación de información a través de las redes sociales y la dark web, siendo estos el punto de partida y además la forma más usada para empezar con este tipo de acoso que logra encontrar información laboral, ubicación, números telefónicos, entre otros”, expresó Ingrid Mora, gerente general de Noventiq Costa Rica
Al respecto señalaron que “hoy, cualquiera es susceptible a ser atacado con estas técnicas. Entender esto y a su vez llevar a cabo prácticas de ciberseguridad es el primer paso para evitar convertirse en una víctima”.
Algunas de las medidas a tomar en consideración, compartidas por Noventiq son las siguientes:
- Reforzar la atención y el cuidado de lo que se pública en las redes sociales, como ubicación en tiempo real, chats, correo electrónico, número telefónico y, si es posible, mantener el perfil privado.
- Aplicar capas con el mayor número de medidas posibles para reforzar la seguridad de los datos, desde cambiar las contraseñas y reforzarlas.
- Revisar la configuración, permisos y cambios de condiciones de cada red social, o aplicación.
- Practicar el egosurfing, es decir, buscar información propia en la web para ver qué tipo de datos están vinculados a tu nombre.
- El comercio online a través de las redes sociales cada vez tiene más éxito al ser rápido y eficiente, además de lograr una comunicación con el vendedor, casi inmediata. En estos casos, no facilitar datos financieros a un perfil sin antes verificar que, efectivamente, es legítimo y seguro.
- Otro aspecto importante, aunque no solo relacionado con las redes sociales, es salvaguardar la información del dispositivo que se utiliza cuando se conecta a una red Wi-Fi. Es importante validar que esa red sea segura.
“Sin dudas, el doxing va más allá de una simple exposición de datos, ya que, además de extorsionar e intimidar a las víctimas, puede tener diferentes fines delictivos como la suplantación de identidad, robo de datos bancarios, intromisión en redes de trabajo y pudiéndose propagar a muchas más acciones que pueden dañar de por vida a todo usuario afectado por las intenciones maliciosas de un ciberdelincuente”, finalizaron desde Noventiq.