Berlín, 29 jun (dpa) – Un manuscrito original de “El proceso”, la novela inacabada del célebre escritor Franz Kafka que fue publicada de manera póstuma, constituye la joya principal de la exposición “Franz Kafka. El proceso completo”, que este jueves se inaugura oficialmente en el Museo Gropius Bau de Berlín.
Guardado en una vitrina especialmente diseñada que lo protege tanto de la luz como del aire, el documento está integrado por 171 páginas profusamente escritas -con tachones, correcciones y manchas de tinta- que permiten al visitante adentrarse en una de las obras más traducidas de las letras germanas y que ocupa además un lugar destacado en el olimpo literario internacional.
“Es como si de pudiese ver por encima del hombro a Franz Kafka escribiendo”, declaró Thomas Oberender, director de la institución cultural Berliner Festspiele.
Kakfa comenzó a escribir esta novela en 1914 impulsado por el trauma que experimentó al separarse de su prometida Felice Bauer. El autor se encontraba en ese momento en el Hotel Askanischer Hof de Berlín, un edificio que, curiosamente, se encuentra justo enfrente del Museo Gropius Bau donde ahora tiene lugar la muestra.
“Para nosotros constituye una gran alegría poder estar tan cerca del lugar donde tuvo su origen este manuscrito”, declaró Ulrich Raulff, director del Archivo Literario Alemán de Marbach durante la presentación de la muestra celebrada ayer en la capital alemana.
En el año 1988, este archivo adquirió el manuscrito en una subasta por 3,5 millones de los antiguos marcos, una cifra récord, gracias a ayudas públicas y a donaciones realizadas por particulares.
El manuscrito, junto con otras notas así como filmaciones realizadas por Orson Welles y fotografías de la colección del editor alemán Klaus Wagenbach se puede visitar en la capital alemana hasta el próximo 28 de agosto.
En 1925, un año después de la muerte de Kafka, su amigo y gestor de su legado Max Brod publicó “El proceso” basándose en el manuscrito inconcluso elaborado por el escritor.
Brod contradijo así la voluntad del autor. Salvó del fuego el “gran paquete de papeles” y los ensambló de forma que siguiesen el orden en el que, según él recordaba, Kafka los había leído en voz alta.
Kafka había escrito la historia en diez cuadernos diferentes que también incluían un diario de notas y otros textos. “Las 171 hojas se oponen a la idea de que la novela surge de forma lineal y se cuenta de principio a fin”, indicó la comisaria de la exposición Ellen Strittmatter.
La novela cuenta la historia de Josef K., un hombre que es detenido una mañana por razones que desconoce. Desde ese momento, el acusado se ve envuelto en una pesadilla, sin saber siquiera de qué debe defenderse.