San José, 7 mar (elmundo.cr) – A pesar de las señales de alarma que se han lanzado desde algunos años, la participación femenina en el campo STEM continúa siendo muy baja a nivel global. Datos de la ONU reflejan que la tasa de matrícula global de mujeres en áreas como las tecnologías de información y las ingenierías es tan solo del 27%
El organismo también reveló que solo el 22% de los profesionales que trabajan en el ámbito de la Inteligencia Artificial, son mujeres. Las cifras preocupan a los expertos, pues a este ritmo, cerrar la brecha de género tomará 100 años más.
La crisis generada por la pandemia y el alto nivel de desempleo que afecta a Costa Rica y a la región ha tenido una repercusión directa en las mujeres. Más mujeres desempleadas y menos calificadas para optar por un trabajo competitivo y en un área de alta demanda. ¿Pero cómo resolver esta situación?
“La oferta de mujeres que domine áreas como la ciencia de datos, ciberseguridad o el soporte de nube es muy baja y es muy preocupante para las empresas. Si queremos más mujeres involucradas en este campo de constante crecimiento, tenemos que reforzar su educación. Esperar hasta el último año de colegio para motivarlas a estudiar carreras STEM es demasiado tarde. Debemos empezar por enseñarles desde niñas, que la ciencia y tecnología es algo interesante y divertido”, aseguró Jeannie Bonilla, Jefe de Educación Técnica y Ejecutiva de elev8 Costa Rica.
En ese sentido, la ejecutiva también propone una serie de iniciativas para motivar a las mujeres a incursionar en la tecnología:
- Fomentar en las niñas el interés por la tecnología a través de juegos, lecturas, visitas a museos y participación en talleres como robótica o programación.
- Conversar con las jóvenes sobre la importancia de una decisión vocacional informada acerca de su proyecto de vida y carrera.
- Promover el mensaje de que las carreras no tienen género.
- Asesorarlas sobre las características de las carreras STEM, su potencial, beneficios y oportunidades de crecimiento.
- Informar sobre las competencias que los empleadores buscan en las mujeres para afrontar la Cuarta Revolución Industrial.
Otra alternativa es promover el proceso de perfeccionamiento en las profesionales activas, es decir, la capacitación constante para mejorar sus competencias y así aplicar por una mejor oportunidad o posición laboral.
“No todo está perdido, perfectamente una mujer que se haya dedicado a otro campo puede aprender sobre la tecnología a través de cursos, entrenamientos o certificaciones y cambiar su destino rápidamente. El secreto está en perderle el miedo a la tecnología y apostar por el cambio”, detalló Bonilla.
Las empresas verían efectos positivos si tuvieran equipos más diversos, ya que existe una correlación entre la evolución financiera y la composición de los equipos. Las firmas con más mujeres ganan un 21% más y crean un 27% más de valor. Los equipos que solo tienen hombres son “menos innovadores, menos productivos y están menos motivados”, según un informe de la consultora McKinsey.
El estudio también señala que la economía de muchos países podría recibir un gran impulso si se emplean a más mujeres en el área STEM. Por ejemplo, si las empresas tecnológicas del Reino Unido consiguieran la paridad en sus organizaciones, el aporte al PIB sería de $48 mil millones. Mientras que, en España, el organismo ClosinGap, estima que la cifra ascendería los $ 37 mil millones.
Son numerosos los desafíos que existen en los diferentes países del mundo y en especial de la región de Centroamérica, consecuencia de diferentes factores sociales y culturales, así como falta de políticas por parte de los gobiernos, centros educativos y los organismos que brindan financiamiento.